1. Anita se va de excursión


    Fecha: 15/03/2020, Categorías: Gays Autor: vladi, Fuente: CuentoRelatos

    ... gusto me das, nunca me lo habían hecho así” mientras tanto yo seguía chupeteando y haciendo ruido con la boca como si la tuviera llena de caramelos. Cuando me pareció bastante empecé a darle lametazos en los huevos hasta que decidí levantarle las nalgas y empezar a lamerle el perineo y a acariciarle el ano con el dedo. Aquí empezó a ponerse realmente burro ya hacer y decir lo que a mí me gusta, levantaba las nalgas para ofrecerme todo su culito y ya no suspiraba suavemente, sino que gemía “Cielo me vas a dejar seco, que gustazo me estás dando, como pares te mato, así, así ahhhh sigue sigue” De repente levantó el culo y se corrió como una manguera manchándome de leche el pelo de la cabeza. Nos lavamos en la laguna, con el agua bien fría, pero es que eso era solo una parte de la sesión que nos esperaba.
    
    Durante el inicio de la sesión me había acariciado la polla y hecho elogios de la dureza que tenía, así que la anuncié que iba a disfrutar en su culito la dureza que tanto le gustaba y empecé a hacer círculos con mis dedos en su ano y luego a restregarle mi bellotita mientras él gemía y me decía “No me lo hagas desear por favor dame polla” No me lo hice repetir y de golpe y al “Toma polla” se la clavé casi de golpe mientras el dio un gritito y “No importa me ha dolido un poquito pero ya me da gusto”. Empecé a bombear suavecito para que él ...
    ... también gozara y acariciándole las tetitas y mordisqueándole la espalda, lo que a juzgar por los gemidos le gustaba. Me corrí después de un buen rato de meneo y le di unos toquecitos que le hicieron correrse como un ternerito, jadeando y derramándose con generosidad. Nos fuimos a dormir y cada vez que nos levantamos para hacer pis, nos hicimos unas caricias, pero sin pasar a más.
    
    Al despertarnos empecé a tocarle, pero me dijo que parara que quería hablar conmigo. Me largó una sorpresa diciéndome que le gustaba y que quería asunto conmigo solo. Le contesté que yo no quería líos serios y que tenía dos amigos que eran eso, solo amigos y que hacían de macho porque a mí me encantaba vestirme y hacer de mujer. Me contestó que Álvaro también era uno de tres amigos que tenía y que a él le encantaría que le tratasen como a mujer pero que era un poco cortado y nunca se había atrevido a entrar en una tienda de lencería. Yo le dije que casi todo lo había comprado por Internet que si quería le daba la dirección.
    
    Total, que después de un rato de charla quedamos en que nos veríamos de vez en cuando los dos solos y que me llamaría para que le diese la información de lencería. Después de acordar como empezaríamos el asunto, echamos un polvete, nos bañamos en la laguna y pasamos el día deportiva y campestremente.
    
    Ya os contaré cómo evolucionó la cosa. 
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