El Profesor (Final)
Fecha: 17/03/2020,
Categorías:
Gays
Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues
... algunas cosas, y me quedé afuera explicándoles parte de lo sucedido a los demás. -Vamos todos –dijo uno de los apoderados. -Creo que no es buena idea –dije. A continuación llegó Rocco con algo más de ropa y mi billetera. Sus ojos aún estaban rojos, al igual que sus mejillas. -Con Rocco nos iremos ahora –expliqué. -Pero espérennos a nosotros –dijo una alumna. -Rocco quiere irse ahora, por favor entiéndanlo. Si los esperamos estaremos toda la noche empacando las cosas –Los demás asintieron-. Mañana, con más calma, si quieren pueden ir a acompañar. Por favor lleven nuestras demás cosas. -Vámonos –demandó Rocco mientras tiraba de mi brazo. En todo momento miró al suelo sin decir nada. Creo que no quería verse tan vulnerable ante todos. -Está bien –sin decir más, nos alejamos a toda máquina del lugar. Tomamos el primer transporte que nos llevara a casa. Una vez sentados en el bus, Rocco se acostó sobre mi pecho y cerró sus ojos. Las lágrimas más tristes del mundo cayeron por su mejilla. Lo envolví con mi brazo izquierdo, y con el derecho acaricié su cabello. Sus mudos sollozos y sus pequeños temblores al respirar, me llenaban de tristeza. Me sentía demasiado impotente por no poder hacer algo para remediar el dolor que estaba sintiendo él en ese momento. La gente que subía y bajaba del bus nos miraba de forma curiosa, pero no me interesó en ningún momento. Me sentía libre de acariciar y tranquilizar cuanto quisiera a la persona que más quería. Fueron las horas de viaje más ...
... largas del mundo. Sentía que hubieran pasado días allí dentro. Cuando por fin llegamos a la terminal de buses, nos bajamos corriendo y tomamos un taxi. Le dije al chofer que se fuera lo más rápido posible, y que tomara las rutas más cortas. En cuestión de minutos llegamos a la casa de Rocco. La policía aún estaba afuera de la casa y todas las luces del lugar estaban prendidas. Los vecinos estaban pendientes de lo que sucedía y entraban y salían de sus casas cada cierto momento. Cuando atravesábamos el jardín un policía nos detuvo y nos preguntó quiénes éramos. -Yo vivo aquí –respondió Rocco. -Yo soy su profesor –dije sin más. La voz de su padre sonó desde adentro de la casa y Rocco corrió donde él. Ante la atónita vista de todos, comenzó a gritarle y a golpearle. Su voz sonaba distorsionada y ajena a su cuerpo. Escupía cada palabra con un odio casi palpable. Su padre intentaba zafarse de los golpes, pero Rocco estaba completamente transformado y se movía con rabia y destreza. La policía entró y, con gran dificultad, logró separarlos. -¡Eres un bastardo! –Le gritaba Rocco-. ¡Te vas a pudrir en el infierno por déspota! ¡Te dije que la dejaras en paz! ¡Te dije que no la hicieras levantarse! ¡Te lo dije, ¿o me lo vas a negar?! -Hijo, yo… -. -¡No me digas hijo! –Escupió con asco las palabras-. ¡Yo no soy tu hijo! ¡Para mi estás muerto! -Rocco, es suficiente. Es hora de que te comportes como un hombre –dijo su padre. -¡Oh, no! Es que yo te mato –dijo, y corrió hacia él. Me moví y lo ...