1. El Profesor (Final)


    Fecha: 17/03/2020, Categorías: Gays Autor: angelmatsson, Fuente: SexoSinTabues

    ... había poseído y me había dado energía extra. Usé la gran cantidad de pre-semen que tenía mí verga y la mezcle con el resto de semen que quedó en su glande, para luego introducir mis dedos en su ano y lubricar su interior. En tiempo record su culo se dilató y le enterré mi verga completa. Ambos gemimos por el puro placer. Lo taladraba tan fuerte y rápido que llegaba a levantarlo de la cama. En cualquier momento destruiríamos la pared o el respaldo de la cama. El choque de mi pelvis contra la suya provocaba aplausos en la habitación como si estuviera llena de gente aplaudiéndonos. Todavía podía sentir su verga en mi culo que, en ese momento, se encontraba abierto y rebosante de leche. En pocos minutos comencé a notar ese preciado cosquilleo en mi cuerpo y supe qué vendría. Me salí de su culo y, como si me hubiese leído la mente, se giró para que pudiera meter mi verga en su boca. Automáticamente comenzó a succionar mi glande, mientras sus dedos se metían en mi culo a jugar. Fue suficiente para que explotara en un río interminable de semen que dio contra su boca. El caliente y espeso líquido fue tragado por Rocco, mientras unas gotas de su semen empezaban a chorrear por mi muslo. Al minuto siguiente estábamos jadeando sobre la cama, sin fuerzas ni para poder respirar bien. Ningún ejercicio me había dejado tan agotado como el que acabamos de hacer. Estaba seguro que una dosis de eso al día podría dejarme mucho ...
    ... mejor que si fuera al gimnasio. Me giré a verlo y nos besamos de esa forma intensa y casi necesitada. Nuestras lenguas bailaron sin querer soltarse jamás. Simplemente era genial. Cuando nos despegamos, sus ojos me contemplaron y sentí una oleada de ternura. Brillaban de una forma especial que hace tiempo no veía, y que extrañaba en demasía. -Jamás dejes de mirarme así –le dije mientras le acariciaba la mejilla. -¡Para la próxima intenten no echar la casa abajo! –gritó mi abuela desde el living. Rocco y yo nos miramos sonrojados y estallamos de la risa. Estábamos tan inmersos en lo que hacíamos que jamás la escuchamos entrar. Descansamos unos minutos más y luego procedimos a ducharnos. Yo fui el primero en salir de la ducha y comencé vestirme, mientras Rocco contoneaba su juvenil culo hacia el baño. Un minuto después escuché la puerta de entrada. Esperé a que mi abuela fuera abrir pero no lo hizo. Terminé de arreglar mi ropa y salí al living. Seguramente mi abuela se había ido a dormir. Caminé hasta la puerta y la abrí para saber quién era. Me quedé de piedra al ver de quien se trataba. A continuación apareció Rocco con la toalla atada a su cintura y quedó igual de desconcertado que yo. Sentí un empujón y, sin poder evitarlo, la persona entró a la casa. Después de eso todo se volvió complicado. Iba todo tan bien hasta que llegó él, para recordarnos que no siempre en la vida real se tienen finales felices. Fin. 
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