1. La cárcel


    Fecha: 22/03/2020, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues

    Dejo el link de la segunda y primera parte para aquellos que no han leido o desean releer esta trilogía: Sumisión en la cárcel http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-42321.html Heteros rotos y culos también http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-42322.html Tercera parte. Unos altaneros, otros llorando, inexpresivos y hasta riéndose habían entrado a la cárcel en su primer desfile que resultó bastante alegre, Diego se vio reflejado en uno de los jóvenes que pasaba frente a su celda. Siempre pasaba lo mismo, llegaba la carne fresca, comenzaba el proceso de selección y la pesadillas para uno la protección para otros, las semanas confirmaban este patrón, cada quien agarraba su parte del nuevo rebaño, los nuevos reclusos, quienes cambiarían su vida como ya a muchos nos había ocurrido. Y yo seguía aquí atrapado en la monotonía, hace un par de días me había mirado en un espejo, ya no era el mismo. Unas grandes ojeras, bastante demacrado y estaba consciente de mi pérdida de peso. La blancura de mi piel resaltaba más todos estos rasgos. Lo único positivo de esos últimos días fue que diablo, el jefe de la cárcel, había conseguido a otra víctima a la cual romperle el culo y se había olvidado de mí pero igual estaba a sus órdenes. La única persona que se preocupaba por mi era Chiquitín, mis viejos amigos habían desaparecido y mi madre abandonado así que estaba en manos de él. Nunca pensé que sería tan débil, hace unos meses atrás trataba a todos como una mierda y creía tener ...
    ... el control de todo pero ahora era al revés. Chiquitín se estaba haciendo cargo del dinero de mi vacuna (un monto que todos los presos debíamos pagar para la protección) sino podría correr con la putísima suerte de irme muchísimo peor. En mi mente estaba algo bastante claro cuando llegue aquí y es que no me gustaban los hombres, después de que diablo y su grupo me violaran se había remarcado esto pero el destino me estaba jugando sucio. Mi miedo era un presagio. Aunque Chiquitín quería entablar una relación conmigo, yo me negué. Le repetí una y otra vez que no me gustan los hombres y que no disfruto con ellos pero él fue claro al decirme que así no quisiera terminaría cogiendo con él. Todavía recuerdo cuando nos besamos en su cama y toda esa sensación de protección que genero ese momento que de una u otra forma hizo mella en mí pero aun así no podía, nunca había pensado que le tendría miedo al sexo. Una noche pasó lo que debía pasar, ese gigante me jalo de la cama y de un empujón me lanzo a la suya, se monto sobre mí y no venia por las buenas ya eso lo había intentado, reconozco que soy un cabeza dura. Si algo debo agradecerle a mi compañero de celda es que siempre fue sincero sino la situación en la que estoy ahora no sería tan buena dentro de lo que cabe. Me había inmovilizado con su peso y fuerza, rompió mi franelilla y me quito lo demás en segundos. Yo había tratado de escaparme pero él es una mole lo que facilitaba todo el trabajo. Aquel cincuentón ya no era mi amigo, ya ...
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