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La cárcel
Fecha: 22/03/2020, Categorías: Gays Autor: luisjose1985ab, Fuente: SexoSinTabues
... no era mi protector su semblante había cambiado y desde hacía unos días sabia que se estaba cansado de mi fragilidad, de mis negaciones y egoísmo. Me volteo en la cama y con los pantalones a medio bajar dejo a su disposición lo que quería de mi. Mis lágrimas caían y yo estaba en silencio. -Si grito será peor-Pensé. Esta no era la verga de Diablo ni de cerca, trataba de apartarme pero yo sabía muy adentro que debía hacerlo aunque no podía imaginarme con esa verga dentro de mí. Sus dedos empezaron a entrar en mi culo llenos de saliva, primero uno hasta llegar a 4 lo que me provoco bastante dolor. Pareció eterna mi preparación. -Esto lo hago por tu bien carajito, yo te salvare de ti mismo-Susurro Chiquitín quien estaba obstinado. Puso su verga en mi entrada y empezó a jugar con su glande en mi entrada, de un lado a otro pero no paso mucho hasta que de un intento entro el glande. -AAAYYYY-Grite y luego mordí el colchón. No había dejado de entrar, en menos de un minuto ya estaban 25 cm hasta el fondo y no era lo largo sino lo grueso lo que realmente me estaba causando daños. Me sentía estallar, con el dolor y las paredes de mi culo estirándose a cada segundo y unas ganas de cagar me inundaron pero no podía hacer nada. Chiquitín estuvo aplastándome con su gran cuerpo mientras su verga estaba adentro de mi, hasta que unos minutos después empezó con el mete y saca que desataron mis gritos. Cada persona en la cárcel debió escucharme, la forma en la que esa verga abría mi culo no me ...
... dejo guardar nada para mí. Todavía recuerdo mis contracciones cada vez que esa verga abría mi culo de manera lenta pero concisa. Él no me dio descanso y aunque no fue tan brusco como Diablo sentí morir. Chiquitín se corrió en mi culo, todo eso fue para mí una eternidad. Quedo dormido encima de mí con su verga adentro aunque yo no podía conciliar el sueño, me sentía como una puta. No podía acostumbrarme a sentir la humedad en mi culo y como se habian abierto las paredes. Me ardía pero era algo soportable nada comparado con el primer momento de la penetración. Después de 3 noches, se repitió la misma situación diariamente hasta que el dolor se fue borrando de esa manera tan maldita y hay algo que no puedo dejar de confesar, perdí todo placer en el sexo. Más que un acto que se disfruta, el sexo paso a ser algo que solo debía hacerse. Hubo un día que desperté con la conmoción de los presos, algo se avecinaba y yo no sabía la razón. Había amanecido como dicen por allí con las sabanas pegadas a los cachetes aunque chiquitín no me había usado en la noche. -Buen día-Me había sacado de mi letargo chiquitín- Levántate que el día de hoy será largo. -¿Más largo?-dije totalmente contrariado-¿Qué se supone que se hará hoy? ¿Nos vamos pa la playa?. -No Diego, no has tenido la dicha de conocer lo que pasa cuando llega un violador. Dentro de la cárcel es día de fiesta cuando llega un violador, eso ya lo sabes y también todo el mundo. Hoy es la venganza de los pranes a lo que a su criterio ...