Paseíto por la playa - Relatos Eróticos

Paseíto por la playa

... deseada y admirada por los machos del lugar.

Eso no se hizo esperar pues al tomar el ascensor un señor gordo calvo de unos 50 años quedo totalmente impactado cuando me subí al ascensor, yo disimulaba pensando que nada pasaba, pero pude notar en un pequeño espejo redondo que detrás el me MORBOSEABA el CULOTE lamiéndose los labios como un pervertido mañoso. Me puse nerviosa pues el ascensor parecía el más lento del mundo y se sentía la tensión en el ambiente. Quizás eran unos segundos, pero parecían horas.

Vi como el muy CABRON disimuladamente metía sus manos en los bolsillos de su short y sospeché que se masajeaba su VERGOTA. Pensé que quizás era muy pequeño el bikini que elegí, pero después no me preocupe. Algo parecía pasarle al ascensor viejo donde bajaba porque hacia un poco de ruido, aunque si descendía hacia la planta baja. El señor este noto mi intranquilidad y se acercó a los botones apretándolos varias veces tratando de apresurar el aparato. No pensé fue una buena idea pues se detuvo en el piso 3 pero sin abrirse las puertas, En ese momento si me puse nerviosa pues esto nunca me había pasado. No tanto por quedarme unos minutos atrapada si no por mi ligera vestimenta y por la cara de MORBOSON del señor.

El de a ratos continuaba apretando botones muy repetidas veces lo que me hacía pensar eso no mejoraría el asunto cosa que quizás el no quería. Quizás el gustaba quedarse más rato degustados con las MIRADOTAS a mi CULO y a mis TETOTAS sin sacarse una de sus ...

... manos del bolsillo. Yo estaba inmóvil y él dijo que debía apretar el botón de emergencia, el cual estaba justo delante de mí con lo que su brazo rozo mi cintura y un poco mis NALGONAS.

Eso erizo mi piel ya que estaba solo tapada por las finas tiras de mi bikini y una diminuta tela transparente amarrada a mi cintura, el parece haber notado mi reacción, no sé si de nervios o de emoción. Él se acechaba mas apretando el botón de emergencia que parecía no funcionar. Pero de un momento a otro empezó el aparato a bajar lentamente. El parecía un poco decepcionado por el asunto y de sopetón me dijo que mirara que antes de bajarme que lo había puesto cachondo, Bajo su short de golpe y salió brin coteando su enorme POLLOTA, yo quede impactada no pensé seria de tanto tamaño con esa enorme cabeza rosa delante de mis ojos, el ascensor marcaba piso uno mientras él se volvía a tapar luego pude bajar con tranquilidad pero apresurada.

Camine por el lobby del hotel con el ENORME MIEMBRO GRUESO en mi mente todavía de la impresión. Eso me recordó que no era cualquier cosa que una HEMBRA con mi PORTENTO anduviese por allí caminando en tan diminuto boquensito. Que no sería extraño que se anduviesen poniendo TIESAS todas las TRANCAS a mi paso.

Camine un rato por la playa MENEANDO mis CADEROTAS y BRINCOTEANDO MIS TETOTAS como quería con el hilo del traje de baño conteniendo mis DOTES como apenas podían. Pero como no era temporada y ya era casi el atardecer no había mucha gente, sentí la suave ...