UNA LINDA HISTORIA 3
Fecha: 06/04/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues
... Su agencia es una tapadera para la prostitución y aún no sé qué piensa hacer con la ropa. Lleva siempre guardaespaldas. Maby ya ha probado varias drogas desde que sale con él. Siempre hay fiestas en su casa de campo. ― No tiene buena pinta, no. ― Maby ha salido con narcotraficantes, con un conde alemán dedicado a la pornografía, con dos industriales españoles, padres de familia, y hasta con una estafadora. ― Vaya, le van los malos… ― Los malos, los complicados, los perversos, pero, principalmente, todo aquel que la encandile con su seguridad y su poder. ― Pero, Pam, yo no tengo nada de eso. ― Lo sé, pero eres el primer chico, digamos normal, por el que ha mostrado interés. Maby no mira ni siquiera a los chicos guapos que conocemos en nuestro trabajo, pero se le van los ojos detrás de los viejos poderosos cuando salen del despacho. No sé qué ha visto en ti, pero tenemos que aprovecharlo antes de que se disipe. Yo sé lo que ha visto en ti. Yo también lo tenía. Se llama magnetismo animal y se ha incrementado en ti desde que me he aferrado. ¿Qué coño está diciendo el monje? ¿Magnetismo animal? ― Además, estoy casi segura de que no se resistirá cuando vea lo que tienes ahí abajo – acaba con una risita. ― Está bien. Seguiré tus indicaciones. ― Recuerda, debes ser cortante, seguro de ti mismo. Un buen conocedor de lo que le digas. Si no estás seguro, no le hables. Ella está perdida aquí, no conoce nada, así que aprovecha eso. ― Lo intentaré. ¿Qué hay de nosotros? ― Bueno, habrá ...
... que buscar el momento adecuado – me dice, alzando la mirada para contemplar mis ojos – pero sé lo que quiero hacer… ― ¿El qué? ― Quiero follarte mirándote a los ojos. Me encantan. Enrojezco y aparto la mirada. Distingo el tren que se acerca. Dejo de abrazarla en el momento en que el tren frena para entrar en la estación. Antes de que se detenga, una mano saluda desde la puerta de un vagón, por encima del hombro del encargado de vías. Me pongo en marcha, cogiendo a Pam de la mano. Maby está preciosa. Va vestida como si fuera a una estación de esquí. Gorrito de lana sobre su cabeza, dejando salir algunas oscuras guedejas sobre su frente y nuca. Un grueso jersey de lana, tejido a mano con divertidos colores, y unos leggins invernales que contornean diabólicamente sus largas piernas. Para rematar, unas gruesas botas de pelo cubren sus pies. No deja de agitar la mano y sonreír hasta que estamos ante ella, sin aún bajarse del tren. Da un gritito de placer cuando alargo el brazo y la tomo de las caderas, bajándola a pulso, manteniéndola contra mi cuerpo. ― Ponla en el suelo, Sergi – ríe mi hermana. Ambas se abrazan, como si llevaran varios meses sin verse. Tras esto, Maby me da dos húmedos besos en las mejillas. Atrapo las dos maletas que trae con ella y echo a andar. Ya no queda nadie en el andén. ― Eric ha estado en el piso esta mañana, preguntando por ti – escucho comentar a Maby, detrás de mí. Las dos van cogidas del brazo. – Quería saber donde estabas… ― ¿Qué le has dicho? ― Que ...