JUAN: Leyenda urbana 1 - Relatos Eróticos

JUAN: Leyenda urbana 1

... viajaba tanto y por largos periodos de tiempo, Marta jamás pensó en serle infiel, como ya lo dije, era una esposa devota y enamorada de un solo hombre. Marta siempre había vestido sin enseñar mucho, muy poco escote, vestidos siempre debajo de la rodilla, aunque los pantalones, en especial los leggins se le encajaban delicioso en ese tremendo cuerpo dejando ver y luciendo su espectacular culote y su cadera envidiable, marcándole delicioso el chocho. Una ocasión el padre de Jorge había regresado de tres semanas de un viaje de negocios. Y la semana siguiente debería salir nuevamente, por eso quería pasar un fin de semana con su esposa y su hijo relajado y disfrutar algo de tiempo en familia. Era un sábado por la mañana y hacia un día caluroso, mientras desayunaban, el señor tuvo la idea de pasar un rato en la alberca de la casa, sería un buen momento para pasarla bien. Tanto Marta como Jorge estuvieron de acuerdo. Después del desayuno Jorge no tardo en ponerse su traje de baño y salir a comenzar a disfrutar el agua fresca de la alberca. Mientras tanto en la habitación de sus padres, Marta miraba con sorpresa un nuevo traje de baño que su esposo le había comprado durante su viaje y quería que lo estrenara. Era un traje de baño de dos piezas, Marta como ya lo dije era algo recatada y jamás había usado un traje de baño de dos piezas, en especial uno como ese, era rojo con algunos vivos en blanco, sin habérselo puesto aun, ya se podía ver que dejaría ver una buena parte de su ...

... hermoso culaso. Marta no estaba segura de querer usar algo así, pero la insistencia de su esposo la termino por convencer. Marta: Mi amor, esto es muy pequeño, no sé, no estoy segura, jamás he usado algo así! Esposo: Bebe exactamente por eso te lo compre, en todos estos años de casados siempre has vestido muy seria, muy recatada y tienes un cuerpo muy bello, anda compláceme por eso me mato trabajando para darte a ti y a Jorge todo lo que quieran. Marta: Pero mi vida, a mi edad… Esposo: A tu edad, por Dios Marta si tú eres como los buenos vinos, entre más madura más rica jaja. Anda póntelo, compláceme que te vas a ver espectacular, cualquier chica a sus veintes envidiaría tu cuerpo… Y así, Marta accedió a complacer al marido, entro al cambiador de su cuarto, y se puso aquel traje de baño, Marta se miró en el espejo y se sentía un poco apenada, no quiera usar eso pero tampoco quería decepcionar a su esposo, que tal como se lo había dicho era un hombre que trabajaba duro para mantener a su familia con una vida de lujos y buen nivel. “Lo hare solo por el” pensó la hermosa madre. Se dio una última mirada en el espejo y giro para verse por detrás, efectivamente tal como lo había sospechado la panty del traje de baño cruzaba desde la mitad de sus nalgotas yéndose hacia su raya encajándose en ella desde medio culo, para ella eso era demasiado, el top del traje con tirantes muy delgados dejaba ver buena parte de sus tremendos pechos. “Que pena” pensó Marta dando un suspiro y por fin salió ...