Las Tetazas De la Mujer De Mi Mejor Amigo
Fecha: 17/04/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... las tetonas de su mujer, soltó un borbotón de semen blanco, que recorrió el cuello de Nuria.
Tras unos minutos de paz; mi amigo quedó tumbado en la toalla, mientras Nuria se levantó corriendo con su cuello y tetas bañadas en semen, hacia el agua.
Yo, aún empalmado; no daba crédito de lo presenciado.
– ¡Joder qué morbo! Nunca había estado con Nuria así, delante de nadie, Rober – dijo Jorge, vistiéndose.
– ¡Buff! Tu mujer, me ha puesto super cachondo. Algo así siempre lo he fantasea do. Qué tetorras, ¡pufff! – respondí.
Nuria, llegó de lavarse en el agua. Estaba sonriente y avergonzada. Me hizo jurar mil veces, que jamás contaría aquello.
De camino al hotel, ni hablamos de ello. Fuimos a las habitaciones directo, para ducharnos y bajar a cenar al restaurante del hotel.
Mi ducha fue con agua fría. No podía quitarme la escena de aquella tarde, de la cabeza.
Durante la cena, hablamos como si nada de otras cosas. Creo, que los tres estábamos un poco cortados y no queríamos sacar el tema. Pero Jorge, que había bebido mucho con la cena, empezó a decir que lo de aquella tarde había sido fantástico y Nuria avergonzada de que alguien le oyera; dijo que ya era hora de subir a dormir.
En el ascensor, mi amigo no paraba de reír y desvariar. Yo no dejaba de mirar a Nuria; con aquel vestido veraniego vaporoso, de color marrón y estampado con flores, que marcaba sus tetas y el sujetador. Sus piernas, también se veían de rodilla abajo y llevaba unos zuecos de cuña ...
... que las estilizaban. Solo pensaba en follármela… Aunque yo no estaba borracho como Jorge, si tenía ese puntillo de valor que da el alcohol. Después de ayudarla a acostar a su marido, que cayó frito en la cama; me acerqué a Nuria, con el corazón a punto de estallarme. No podía aguantarme más…
– Nuria… Verás… ¡Buff! Es que lo de esta tarde me ha puesto a cien – dije en voz baja. – Rober, ni una palabra a nadie… – dijo ella.
– Nunca lo diré a nadie. Pero… Joder… Es que estoy superexcitado. Tú… ¿tú podrías hacerme lo mismo que a Jorge? – dije tartamudeando por el alcohol y en voz baja.
– ¿Qué? ¿Qué te dejé follarme la tetas? Rober… A ver… Que lo de hoy, se nos fue de las manos a Jorge y a mí. Pero que no somos de esos liberales o eso… Rober, que yo te tengo mucho cariño, pero no es buena idea – dijo, ella.
– Por favor… Llevo fantaseándolo hace mucho. No lo diré a nadie. Ni Jorge lo sabrá. No me dejes así, Nuri…
Jorge roncaba en la cama y Nuria me miraba con un gesto de nerviosismo, mordiéndose el labio inferior.
– Vamos… Llevo deseándolo dieciocho años. Eres mi fantasía, Nuria – le dije, mientras una de mis manos, tocaba sus tetas por encima del vestido.
– Vale… Pero solo eso y ni una palabra a nadie. Venga, rápido y se acabó – dijo ella.
– Vamos a mi habitación… – le dije.
– No, no. Aquí en el baño. No quiero que mi marido se despierte y vea que no estoy. Así que ojo con el ruido… – dijo ella.
Yo estaba tan cachondo, que la abracé y empecé a sobarle ...