1. Circo de fieras


    Fecha: 18/04/2020, Categorías: Confesiones Autor: carihuevina, Fuente: CuentoRelatos

    Algunos espectáculos del circo solo se pueden ver si eres parte de la familia.
    
    ¿Quieres que te desvele alguno? Entra y lee.
    
    Tas recibir el mensaje donde te daba la dirección del hotel y el número de habitación y tras una espera inconmensurable; tocaste a la puerta.
    
    Si esperabas entrar y tener una noche loca de hotel, tus ideas estaban muy lejos de los planes que había preparado.
    
    Cogí el par de entradas que había comprado para la función de esa noche y te invité a irnos.
    
    Las entradas eran para una función de circo.
    
    Durante la función se pidió una voluntaria para el truco de la misteriosa desaparición.
    
    Nadie se ofreció, y me escogieron “por azar”.
    
    El truco salió a la perfección.
    
    Yo desaparecí y aparecí en un falso suelo.
    
    Me recogió el payaso y el enano. Todo un clásico.
    
    Me llevaron al camerino de la acróbata para que pudiese pasar el resto de la función cómoda hasta la hora de volver a formar parte del público.
    
    Era una chica esbelta, pelirroja, piel pálida y con la cara poblada de pecas.
    
    Toda una belleza.
    
    Su pareja de función no tenía nada que envidiar.
    
    Un hombre alto, definido, ojos verdes y facciones muy marcadas.
    
    No tuvieron mejor idea para que no aburrirme que deleitarme con posturas y trucos que hacían.
    
    Ver aquellos cuerpos sincronizándose en un roce tan perfecto hizo que mi imaginación volase.
    
    Los imaginaba haciendo posturas imposibles mientras disfrutaban el uno del otro.
    
    La veía a ella boca abajo pegada a la ...
    ... pared vertical mientras él la aguantaba por las piernas, abriéndola y comiéndole ese jugoso coño.
    
    Aquel coño peludo pero arreglado, tenía que estar delicioso.
    
    Inconscientemente yo cruzaba y descruzaba las piernas, cerrando en cada movimiento la entrada de mi coño.
    
    Aquello me producía un ínfimo momento de placer.
    
    Aproveché la postura donde ella se encontraba sobre los hombros de él.
    
    Tenía el coño pegado en su cara.
    
    Me di la vuelta y le subí un poco el vestido.
    
    A la vista me quedó un culo redondo y prieto.
    
    Empecé a tocarlo, manoseando cada vez con más ganas.
    
    El acróbata empezó a comerle el coño por encima de la ropa interior que llevaba.
    
    Se la mordía. Tiraba de su clítoris haciendo que se hinchase cada vez más.
    
    Yo tenía una mano dentro de mi pantalón.
    
    Quería acompasarme a mi pelirroja, así que rozaba mi coño por encima de mi tanga.
    
    Apretaba con fuerza introduciendo parte de mi dedo haciendo que la tela me penetrase saliendo con un olor a fluidos nada disimulado.
    
    La polla de él se hinchaba cada vez más dentro del pantalón ajustado que llevaba.
    
    Si ya en reposo se podía intuir las dimensiones que tenía aquel pedazo de carne ahora en todo su esplendor metía algo de miedo.
    
    Me arrodillé. Levanté la cabeza para mirar que tal iban ellos dos.
    
    Seguían como al principio.
    
    Abrí la boca y empecé a comerle la polla estando dentro del pantalón aún.
    
    Iba mordiendo todo a lo largo de ella.
    
    Aprovechaba que estaba resguardada por el traje para ...
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