1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (02)


    Fecha: 19/04/2020, Categorías: Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    A partir de aquella noche, en que además de tener a Pablo en mi cuerpo, fue la primera que pude dormir sosegado, las cosas fueron diferentes, sabía o imaginaba, deseándolo fervientemente, que tenía un amigo en él, era cierto que lo que me decía resultaba complejo y difícil de asimilar pero confiaba, deseaba con toda mi voluntad creer en alguien.
    
    Los dos días siguientes pasaron tranquilos, Pablo acudía a sus clases y cuando volvía tenía que hacer sus deberes, y sin embargo me dedicaba un rato para hablar y así me sentía confortado, alguien se preocupaba por mi.
    
    En algunas ocasiones no podía evitar pensar en mi familia o en Álvaro, ya menos en Alejandro, intentaba que fuera lo menos posible para no ponerme triste.
    
    -El viernes quiero llevarte a dar una vuelta en moto. ¿Te apetece? Visitaremos a Erico, va a estar solo, sus padres van a visitar a sus abuelos y se llevan a su hermano. -estábamos viendo la televisión después de la cena, acompañados de Eduardo y por eso no di un salto para llegar donde él y darle un beso, era tanto el aburrimiento que sentía de estar tantas horas solo, curioseando por la inmensa casa.
    
    -Me gustará, seguro, esto es una jaula. -eso estaba comenzando a pensar, una jaula de oro pero al fin una jaula donde me sentía prisionero.
    
    Solo después de hablar me di cuenta de lo inoportuno que había sido al hablar de esa manera delante de Eduardo, le miré para pedirle disculpas y soltó una carcajada, tenía a Dulce sobre sus piernas y movió con ...
    ... alegría la cola.
    
    -¿A ti que te parece Eduardo?
    
    -A mi no me preguntes, ya te ha dado él la respuesta. Pero le voy a buscar ocupaciones para que el diablo no le tiente. Vendrán unos profesores para impartirle algunas clases. -luego se dirigió a mi. -Aprovecha los días que te quedan de relax.
    
    Habían pasado los dos días sin más incidentes de importancia, y esa noche Pablo no cenó con nosotros pero si Ana María, que desde el principio anunció que tenía pensado salir después de la cena.
    
    -Ana, deseo que te ocupes de Ángel, ya sabes, como hacías con Oriol, comprarle las ropas que necesite, llevarle para que le arreglen el pelo y cuiden de su aspecto personal, te lo agradecería muchísimo.
    
    Pensaba que se iba a negar por la cara que puso en un principio.
    
    -Por mi encantada cariño, ya sabes que esas son las cosas que me gusta hacer, solamente que tendrás que llenarme la cuenta bancaria.
    
    A Eduardo no pareció cogerle de sorpresa y solo encogió los hombros como afirmación. Después de prepararme me metí en la cama, no había querido preguntar por Pablo y ninguno había dicho algo al respecto. Pensaba en lo que tendría que hacer a partir de ese momento. Me impartirían clases que harían que no me aburriera, Ana María me sacaría de compras y a la peluquería, Pablo me llevaría de paseo.
    
    De alguna manera ya me sentía en un mundo diferente y más amable. Se me ocurría pensar que podría encontrar una manera de escapar al poder salir a la calle, de huir, pero ¿a donde iba a ir?, además ...
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