1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (02)


    Fecha: 19/04/2020, Categorías: Incesto Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... metería en un compromiso a Pablo y a Ana que se portaban bien conmigo. Y a menudo me hacía la pregunta: ¿Dónde estaría Pablo? Comencé a preocuparme.
    
    Me había quedado dormido y desperté sobresaltado al sentir que la cama se movía, a continuación la voz de Pablo cuando iba a gritar asustado.
    
    -Tranquilo precioso soy yo.
    
    -¿Pablo?
    
    -Sí, déjame sitio a tu lado.
    
    -¿Por qué, por qué…? Es muy tarde.
    
    -No es tarde pero te has dormido, ¿estás cansado?
    
    -No lo sé…, no, no, te esperaba… Has faltado a la cena, ¿dónde has estado?
    
    -No importa, ya estoy aquí.
    
    -Estas frío, ven que te abrace. -pasé la mano por su cara y la sentí helada.
    
    -En la calle hace frío bonito, ahora me calentaré a tu lado.
    
    -No tenías que estar en la calle de noche.
    
    -No he estado en la calle, ha sido el viaje y el viento, hoy hace frío.
    
    -Pablo, por favor, cuéntame donde has estado, estaba asustado, pensaba que te había pasado algo malo.
    
    -Pues ya ves que no, estuve en la casa de don Manuel haciéndole un trabajo. -se había quitado la ropa y estaba totalmente desnudo, pasé la mano por su espalda.
    
    -Un trabajo a don Manuel, ¿qué trabajo? -su mano helada me cogió la cara.
    
    -No lo entenderías precioso, don Manuel me regaló la moto, Yasin no pudo acudir a la cita que tenía con él esta noche y estuve yo en su lugar.
    
    -¿Yasin? No te entiendo Pablo.
    
    -Lo suponía, los regalos hay que pagarlos de alguna forma, pero no te preocupes y abrázame.
    
    No conseguía entender sus palabras, y ...
    ... decidí olvidarlas de momento, le froté la espalda y enredé mis piernas con las suyas.
    
    -Se está bien así, a tu lado.
    
    -Te quiero Pablo.
    
    -Pues no me quieras, solo abrázame fuerte. -estuvimos un momento en silencio, él con la boca sobre mi cuello besándome con suavidad.
    
    -¿Ángel?
    
    -…
    
    -Escúchame con atención…, don Manuel no es como Eduardo, él se cobra los favores, los regalos, todo tiene un precio.
    
    -Antes decías que me querías y yo te pido que quieras a Eduardo, él está viejito, necesita mimos como los que tenía de Oriol. Ya se que es diferente, que Oriol le conocía desde niño, en realidad es su padrino, pero no te será difícil ser zalamero y cariñoso con él. ¿No es mucho pedirte verdad? -se detuvo un momento, quería comprender sus palabras y lo que me pedía, para hacerlo y darle gusto, porque él me lo pedía y yo le debía tanto.
    
    -Oriol le quiere mucho, Eduardo se lo enseñó todo y se lo entregó al doctor, ya no es suyo. No se le endurece la verga y no puede tomar pastillas, solo necesita algún beso y sentirse querido. ¿Me entiendes pequeño?
    
    -Creo que sí Pablo, haré lo que tu me mandes.
    
    -Así me gusta bonito y ahora te premiaré. -la recompensa eran sus labios hambrientos sobre los míos, sus dientes mordiendo mi oreja, sus risas en mi oido.
    
    -Te deseo Ángel, deseo tu hermoso cuerpo. -me mordía la clavícula a la vez que me sacaba la chaqueta del pijama.
    
    -Tus tetitas ricas. -y me las lamía pasando la lengua una y otra vez.
    
    -Tu pancita preciosa. -y metía ...
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