1. Alicia 07/25


    Fecha: 20/04/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... daban ganas de apretarla y llenarla de besos al oír esas cosas, pero me debía conformar con la presión de mis dedos sobre los suyos. Mi pequeña también parecía feliz ya que sus movimientos de cintura buscaban la conocida dureza que esperaba bajo su colita cada vez que subía a mi falda. Le dije que debía refrenar eso ya que luego me costaba mucho bajar la erección, que no era algo automático con sólo desearlo. Muy campante me dijo que debería pensar en algo muy desagradable para lograrlo rápido. Me pareció que no estaba muy desacertada en su consejo pero se me dispararon toda clase de alarmas, ¿ cómo mi ángel podría saber esas cosas ? , ¿ con quién estaría hablando de esos temas ? Mis temores, mas bien espeluznantes terrores, sin querer lograron el efecto mencionado, la casi inflada carne que ya azotaba su traserito se redujo a su mínima expresión, Alicia parece que se percató al instante ya que su manito bajaba en busca del animal desaparecido. Parecía extraño tenerla allí, con sus piernitas casi colgando fuera de un minúsculo vestido, y apretando un trozo de carne muerta. Como adivinando el sentido que cobraban mis pensamientos pasó a explicarme, siempre con un tono de voz bajito, que estaba hablando de esos temas hace un tiempo con una compañerita de la escuela, que era una nena algo mayor que había repetido cursos y compartía aula con ella. No sé si eso me tranquilizaba o si me infundía mayores temores, reflexionaba que a esa edad se pueden decir cosas sin pensar mucho en ...
    ... las consecuencias. Tal vez mi rostro era demasiado transparente, o quizá ella lograba una mayor comprensión de mis gestos, el tema es que estaba por desarrollar una serie de consejos sobre la forma en que debería conservar sus secretos pero me dejó con la palabra a medio iniciar, con una rápida mirada hacia la puerta acercó sus labiecitos a los míos y me plantó un inesperado beso, ya no giró la cabecita y nuestras miradas se encontraron, ahora estábamos buceando en los ojos del otro para buscar esas nubecitas que podrían empañar al tibio solcito que siempre nos había cobijado. Parece que esta vez eran necesarias las palabras, era difícil codificar solamente con la mirada tantas cosas que teníamos para decirnos. De a poco me fue relatando pormenores de sus conversaciones, de la vida de la otra chica, parecía que eran amigas por bastante tiempo y la mayor no lograba integrarse al grupo, me pareció no que sería tan difícil pero mi ángel seguía desgranando pormenores. Resulta que todas las niñas estaban imaginando situaciones y mirando revistas con modelos de ropa masculina cuando la otra ya había pasado esa etapa. Conocía el formato de la carne erguida y hasta su sabor, esa parte me causó mayor curiosidad por lo que le pedí detalles. Parece que semanalmente venía un tío a su casa y traía unas botellas, aditamento casi indispensable en esa vida un poco elemental que llevaban en un barrio bajo. Supongo que los padres esperarían con ansias esos momentos de huir de la realidad, de ...
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