1. Alicia 07/25


    Fecha: 20/04/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... refugiarse en el alcohol, pero el avispado tío aprovechaba la ocasión para acercarse indebidamente a la nena de la casa. La tocaba por todos lados, y últimamente la llevaba al fondo y le hacía abrir la boquita para aplacar aquellos oscuros deseos. Todos esos relatos casi dados en confesión durante bulliciosos recreos, hacían que mi nena se solidarice de inmediato, que comparta algunas de sus propias angustias carnales, pero sin llegar a mencionar las cosas que vivía en casa. Unos pasos sonaban acercándose y cuando entró mi mujer para llamarnos a comer estábamos muy concentrados resolviendo problemas del libro, un descuidado "ajá" fue toda la respuesta y nos levantamos sonriendo mientras prestábamos atención al sonido que se alejaba en dirección de la cocina. Disponíamos de fracciones de segundo tal vez, pero eran suficientes para arrojarnos en brazos del otro y sellar con un tremendo beso las grietas que se pudiesen haber producido. Nuestras expresiones parecían decir que estábamos contado un chiste, era difícil borrar esa sonrisa que nos contagiábamos de sólo cruzar miradas pero atacamos la mesa con toda dedicación; o aquello estaba muy sabroso o nuestro apetito se había activado en la charla. Claro que mi mujer disfrutaba viéndonos devorar su preparación, creo que hasta sentía lástima que nos tuviésemos que pasar la mañana estudiando. Al finalizar estaba deseando que mi mujer se retirase a una siesta, y como oyendo mis pensamientos se desperezó y dijo que se iría a dormir ...
    ... un rato largo, que dijésemos que no estaba si la llamaban por teléfono. Nuestra expresión no se movió ni un milímetro, pero por dentro saltábamos de alegría, y lo digo en plural porque estaba conociendo bien a mi chiquita. Para aguardar un rato prudencial nos fuimos al sillón y pusimos la tele con el volumen alto, no sabíamos que sucedería pero el ambiente estaba preparado. No se subió a mi regazo pero nuestras manos se buscaron con desesperación, su faldita estaba algo subida, sea por accidente o por intención, pero dejaba al alcance de mis ojos mucho de aquella tela blanca y todo de esas piernitas deliciosas. Como no podíamos hacer mucho en aquellos momentos reiniciamos la conversación donde quedó trunca, de la compañerita que llamaban guarra en el colegio porque había comenzado a despuntar los pechitos, de sus inútiles acercamientos a personas mayores que huían de una posible fuente de problemas, de su tío, de ese hombre que al principio le producía asco pero que ahora le tomaba el miembro entre sus manitas con mayor cariño, de cómo su boca ya parecía necesitar ese intruso para aplacar a su dueño. Al llegar a esta parte del relato se interrumpió y parecía que tenía algo en la punta de la lengua a punto de soltar, no pude resistir esa carita dubitativa y tomé su rostro entre mis manos, subiendo lentamente mis dedos entre su cabello le dí el beso más delicioso que imaginaba, estaba besando a una mujer entera y no a la nena que aspiraba a serlo, creo que la emoción le contagió ...
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