La doctora Elia
Fecha: 23/04/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: oscareduardo, Fuente: SexoSinTabues
... streap tease , la demora en alcanzar su desnudez completa iba acompañada de la rapidez de una erección, Elia se abalanzó sobre esa verga rígida y empezó a chupársela con deseos nacidos de la pasión y la lujuria, Ernesto se acomodó en el sofá y acostado con sus piernas abiertas recibía ese sexo oral que muy pronto fue complementado con la penetración rectal que Elia con sus dedos manejaba como una experta profesional, era la antesala al plato fuerte, el orgasmo de Ernesto llenó de un rico semen la boca de Elia que degustaba con placer ese líquido seminal espeso , ligeramente alcalino y lechoso. Elia fue a buscar su consolador , Ernesto no sabía cómo semejante artefacto podía caber en su recto, miro el glande de látex y se hacía cruces como esa cabezota pudiera entrar en su esfínter anal, definitivamente el profesionalismo de Elia hacía bellezas. No hubo necesidad del potro , Ernesto se colocó en cuatro, elevó su culo, tomó sus nalgas con sus manos para abrirlas al máximo y facilitar la entrada del consolador, Elia friccionó un poco del anestésico local, quería minimizar un poco el dolor de la penetración pero no aislar completamente la zona erógena para que Ernesto pudiera degustar el placer en sus terminaciones nerviosas. El consolador fue ...
... penetrando lentamente, los movimientos lentos y calculados de Elia hacía que el miembro de látex tuviera un contacto íntimo y prolongado con las zonas erógenas rectales, Ernesto aullaba de placer y lujuria con esa penetración mientras simultáneamente se masturbaba con intenso placer. El orgasmo llenó de semen la servilleta que Ernesto había colocado previamente para evitar que manchara el piso del brillante consultorio. Ya no hubo chantajes con fotos, no hubo citaciones previas, se acabaron los actos no deseados ni compartidos parcialmente, ahora eran situaciones fríamente calculadas, sin amor, sin frases vanas que se pierden en el vacío, era puro sexo, era una búsqueda de nuevas sensaciones, era tratar de asomarse a ese lado oscuro que llevamos cada uno de nosotros Elia seguía en la búsqueda de nuevas parafilias, gozando con sus fantasías compartidas con Ernesto, siempre buscando el gozo integral, anteponiendo al ego de cada uno por los intereses comunes de los dos. Era una pareja casi perfecta. El doctor Ernesto tenía ahora un nuevo status, tenía un horario privilegiado y su sueldo se había triplicado. Y sin embargo seguía deseando cada día más ese “pegging“ que todos los viernes la doctora Elia le prodigaba con su meticuloso profesionalismo.