Una cena para la eternidad
Fecha: 25/04/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: cliksexy, Fuente: RelatosEróticos
... chino beig, bien peinadito y con colonia masculina en abundancia. Pero yo me fije mejor en Lola que apareció rompedora, con unos pantalones de cuero negro ceñidísimos, que le hacía un espectacular culo y torneaba a la perfección sus piernas, una camisa también negra entallada, pero suelta por delante, unos zapatos de tacón de aguja y un perfume que turbaba. Después de los lógicos cumplidos nos sentamos a cenar. De conversaciones triviales pasamos, ya casi al final, a conversaciones subidas de tono hablando de gustos a la hora de vestir sexy, preferencias de ropa interior, juegos sensuales … etc. Terminamos de cenar y recogimos la mesa. En uno de los viajes a la cocina coincidí detrás de Lola y ésta al entrar en la cocina y agacharse a colocar unas copas me regaló una preciosa visión de su tanga de encajes rosa pálido, introduciéndose sensualmente entre sus nalgas. Visión que me produjo un empujón en los sentidos.
Nos sentamos en dos sofás, uno para cada pareja con un buen cubata cada uno y seguimos charlando, obviamente de temas picantes. Depués de servir otro cubata más, Lalo puso la televisión de fondo pero en un cambio de canal encontró una película porno. Despues de los típicos comentarios se disponía cambiar de canal y Lola le quitó el mando y dijo:
- Déjala, total no hay nada mejor y le viene bien a la conversación, jaja-
En la película una pareja muy arreglada aparecía en un palco de un teatro. El de pie y ella sentada en un sillón dorado y de tercipelo rojo ...
... le había sacado la polla por la cremallera y le brindaba una mamada increible a la vez que había abierto su vestido largo por una raja lateral, apartado el tanga de raso morado con encajes negros y con las piernas abiertas se tocaba el coño, separando sus labios con los dedos y presionando el clítoris.
Como es lógico mi erección fue lenta pero firme, así que acomode mejor en el sofa al tiempo que le puse una mano a mi mujer en el muslo y apretando suavemente subí levemente el vestido. Ella reaccionó como quien quiere ponerse el vestido bien, pero yo sabía que ese movimiento signficaba que comenzaba a estar húmeda. Con disimulo apartó mi mano y me señaló con la vista a nuestros amigos, a modo de advertencia que nos podían ver. Al mirarlos vi que Lalo se había acomodado más que yo en el sofá, con las piernas semiabiertas y pasado su brazo izquierdo por detrás de Lola le acariciaba su brazo de arriba abajo. Lola había descruzado sus piernas y se pegaba a Lalo. Se estaba poniendo cachonda porque tenía los pezones marcando su camisa de seda entallada. Miré a mi mujer y vi que estaba observando la postura de Lalo, que ya mostraba una erección considerable debido a la estrechez de su pantalón. Volví a poner la mano en el muslo de mi mujer que ya esta vez no la rechazó y le pase mi brazo derecho por encima para buscar sus tetas con disimulo. Estaba excitándose porque me clavé los pezones en la mano.
No hablaba nadie. Seguiamos viendo la película y observándonos en silencio. La ...