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Mi residente (2)
Fecha: 03/05/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que ayudarle, si quería que se quedará en la ciudad d México. Le ofrecí, sin ninguna malicia, pero sin con mucha emoción, en ese momento, que para ahorrarse un dinero, se podría quedar en mi departamento, así lo tendría conmigo prácticamente las 24 hors. Me respondió tímidamente que no quería molestar, que buscaría una casa de asistencia. Yo le dije que no aceptaría una negativa, que para nada me molestaba, que incluso me serviría de compañía, que para eso éramos amigos. Al fin lo convencí que aceptara mi ofrecimiento y nos trasladamos al departamento, le asigné su recámara, y me dijo que me pagaría, a lo que yo le dije que no era necesario, que lo hacía con mucho gusto. ¡ Claro que lo hacía con mucho gusto!, ¡ahora tenía a mi muchacho para mi sólo!. Preparé la cena, cenamos, él tomo un baño y nos dirigimos a dormir. Ya en la soledad de mi recamará, no podía dormir de la emoción de tener a Gerardo dormido a unos cuantos metros de mi, al otro lado de la pared; me imaginaba su cuerpo dormido desnudo en la cama, y así penando en el me quede dormido soñando con algún día tenerlo en entre mis brazos. Al otro día como mujer a su marido, emocionado, le prepare el desayuno, el cual tomamos juntos. Me dirigí a mi trabajo y el se fue a entregar currículo a algunas empresas. En la tarde cuando llegue a la casa encontré a Gerardo en pantalones cortos y sin camisa lo que le daba un aire muy sensual, tremendamente atractivo, según en agradecimiento arreglaba una llave del ...
... fregadero, y así, sin darnos cuenta, él asumió el papel del hombre de la casa, arreglaba llaves del agua , arreglaba chapas, pintaba, cambiaba las llantas del carro, echaba mecánica, cargaba cosas pesadas, y yo asumí el papel femenino, preparaba la comida, limpiaba, lavaba los trastes, sin imaginar que esos papeles mas delante se repetirían……………… en la cama. Tuvo suerte de encontrar un empleo por lo que decidió quedarse en la ciudad, acordamos que se quedaría a vivir conmigo, y me ayudaría con algunos gastos, así hincamos nuestra vida juntos. Era feliz con Gerardo conmigo, sin embargo era un martirio, lo deseaba enormemente, quería ser de él, era tremendamente difícil verlo todos los días por la casa, en pantalones cortos, sin camisa, de repente me tomaba de la cintura entre juegos, lo que me emocionaba mucho,! deseaba decirlo que me abrazara!, ¡que me llevara a la cama ¡ ¡y que me poseyera!, ¡que hiciera de mí lo que quisiera!, que lo amaba, que vivía deseándolo, pero no me animaba a decirle lo mucho que lo deseaba, prefería tenerlo conmigo como amigo. Empecé a hurgar en su ropa sucia recogía su ropa interior, olía el lugar donde sus verga descansaba, aspiraba ese aroma mezcla de orín, semen y sudor, me imaginaba que era su verga la que tenía en mi nariz , y así con esa ropa me masturbaba frenéticamente con su imagen en mi mente y su nombre en mis labios. Mi deseo por ese hombre me llevaban a hacer cosas que nunca me imagine hacer, la situación era ya insoportable para mí, ...