La supervisora de limpieza y yo - Parte 2 - Relatos Eróticos

La supervisora de limpieza y yo - Parte 2

Bueno y ahora la segunda parte de la fantasía que me cumpliría mi supervisora.

Ese día después de llegar a casa, tuve que volver a masturbarme y en honor de nueva cuenta de Gabriela, no podía creer que mi jefa me había dado una tremenda mamada que hasta la leche que le di se comió, y más como abría su pantalón para que metiera la mano y le frotara la conchita supe mojada, pensando en todo eso me masturbe, tan rico. Al llegar el lunes, en el autobús de la fábrica, se sentó junto a mí, y muy sonriente me saludo y me dio un beso en la mejilla, y como era muy temprano aun algo oscuro, el autobús llevaba las luces internas apagadas, se acercó al oído y me dijo, sabes, todo lo que resto del sábado, y ayer me la pase pensando en ti, y en lo que hicimos, más que nada en esa rico pene que tienes, y yo le respondí, pues yo igual le dedique unas cuantas pajas, e imaginaba tenerla desnuda frente a mí, para hacerla mía, eso la prendió, porque me dijo, si papi, que rico!!! Muy pronto te cumpliré tu deseo, me tendrás para ti solita, desnuda así como me quieres tener, me dio otro beso y seguimos hablando de cosas del trabajo, al bajarnos del autobús e irnos cada uno para su área, me guiño el ojo y me dijo nos vemos papi. Limpie el área asignada, y al terminar me dirigí a los baños para hacer limpieza, estaba limpiando las regaderas, después los migitorios, los casilleros y por último trapear el piso, cuando oí que me buscaba, Paco, Paco, ¿Dónde estás? Le dije acá por las regaderas, fue ...

... hasta donde estaba y me dice:

Gabriela: ¿Ya mero terminas papi?

Paco: Si ya estoy acabando de trapear y listo.

Gabriela: Sabes me tienes pensando en tu rica verga, más que nada vine a decirte eso.

Yo pensaba, mmm que rico así es como la quería tener, que me buscara que de ella saliera la iniciativa de hablar de sexo, que pidiera mi verga, que la deseara.

Le dije: que ricooo, ya me estoy poniendo caliente, y ella con una sonrisa pícara me dijo, ¿De verdad? ¡¡Le dije claro que sí!!, se ha seguro que nadie estuviera en el baño, y nos metimos a un cuarto de regadera y empezó a besarme mientras me frotaba por encima de la ropa la verga, me decía:

Gabriela: Mmm que rico, quiero sentir como crece tu verga.

Mientras me decía eso me besaba y frotaba la verga, y yo le agarraba las tetotas, por encima de la ropa y le decía al oído que tenía unas tetas deliciosas que me había encantado chuparlas, besarlas, que fantaseaba con ellas, y se puso tan caliente que de nuevo me saco la verga y me la volvió a chupar, diciéndome otra vez que deseaba volver a probarla, que quería su caramelo, comenzó a lamerla, chuparla por todo lo largo de mi verga, mientras yo jadeaba, pensaba mm sí que rica mamada me estaba dando mi jefa, con tanta ansia y a la vez como si fuera una experta, fue una mamada tan rica que de nuevo estaba a punto de correrme, ella me dijo que rico dame tu lechita tibia en mi boca quiero tomar hasta la última gota. Al terminar de mamármela le dije quiero comerte la ...