1. Sigo siendo dichoso


    Fecha: 07/05/2020, Categorías: Incesto Autor: Susyalfi, Fuente: SexoSinTabues

    ... celos, por ambas partes, siempre injustificados, pero la vida actual nos expone demasiado a ser infieles. No creo que ella me lo haya sido, además nos contamos todo, somos profundamente confidentes. Termine mi bachillerato y fui al obligado viaje de egresados. Me hizo mil recomendaciones, sobre todo sobre higiene y peligros si caia en garras de alguna “espantosa” bruja que me quisiese coger. Era el primer viaje solo, siempre había salido con ella y no me pesaba, al contrario de otra forma no me parecía correcto. A este, si bien tratamos el tema, ella me dijo que es una vez en la vida, algo inolvidable, pero pórtate bien!!!. A Bariloche, casi dos días de viaje en un micro, no fue nada aburrido pues entre cuentos y canticos se paso el tiempo sin darnos cuenta, el único que se daba cuenta era mi culo, porque estaba ya como entumecido, seria por el famoso cuento de que la raya se podria haber borrado. El hotel muy bueno cuarto compartido con dos mas, por suerte potables, ninguno de ellos drogon, lo que si bastante bebedores. Los paseos y excursiones exponían a mis ojos las bellezas conocidas por videos y fotos, pero nunca vividas, realmente un mundo nuevo, bellísimo. A la noche confitería bailable, con previa y todo, nada distinto a lo de aquí. La ventaja que alla, lejos de sus familias las nenas están mas sacadas todavía. Boludo de mi, no hice nada, miedos inculcados por mi madre. En una excursión larga al Tronador, en la base de su ventisquero nos cruzamos con otro contingente, ...
    ... allí conoci a Ana, una nena bellísima, la versión angelical de mama adolescente. Pensé además virgen. Por cierto no era asi. Conversamos, me pareció muy seria, mas bien anticuada, un tanto abrumada, como si estuviese incomoda, en un ambiente que no era el suyo. Yo también soy bastante secote, pues mi trato social no es de lo mas desarrollado. En el conjunto, eramos dos “raros”, escapábamos al quilombo y la jarana fácil. Nos conocimos bastante y cogeniamos como si fuésemos el uno para el otro. La verdad setia que me estaba enamorando, inconcientemente ni me acorde de mama. Lastima que ella vive en Cordoba, un poco lejos de casa. Quedamos en vernos en una confiteria bailable a la noche, la mas de moda, donde van estudiantes que tienen algo de plata para gastar y parejas normales. La cosa comienza a las 2 de la madrugada y la previa en el bar aledaño a las 11 de la noche. Allí no había ido, por razones económicas. Llego, solo y la veo también sola en una mesa con lo que supuse era campari con jugo de naranja. Le pregunto y era solo jugo de naranja. Allí me pareció que seria difícil un romance relámpago, no estaría mareadita, tampoco fuma, ni se droga, en fin una rareza. A medida que avanzaba la noche mas me estaba metiendo y ya pensaba en hacerla mi mujer, en serio. Nos tomamos de las manos y me confiesa que a ella le gustan los mayores y que yo si bien no lo era, lo parecía. Me dijo: de todos los que he visto tu eres el único de quien me enamoraría. Bueno vamos bien!!. Yo allí ...