Cosas nuevas −Vol. 2− Un GangBang para Emma
Fecha: 09/05/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
... poco. Entonces otro tomó su lugar, mientras él salía sonriendo y casi brincando. Se turnaron para cogerse a Emma, uno de ellos hasta la abrazo y le dio las gracias. Emma, resignada mamaba vergas. Por supuesto, los mande bañar. Y aun así el olor resultaba horroroso. Alguien tocó la puerta. Pensé que sería el tipo de la recepción, pero cuando abrí. Mierda, el pinche chaparro entro con otros tres tipos, mayores. A diferencia de los cinco, que se habían mantenido casi en silencio. Estos entraron vociferando. —Pero mira que culo de puta! —te voy a dar por el culo perra de mierda! —¡ya vas a ver lo que es verga hija de tu pinche madre!
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Me llevó hasta un hotel de mala muerte, como la zona es un poco peligrosa; entre enseguida y trate de quitarme la ropa de inmediato. Pero Carlos me freno. Puso mis manos en la espalda y luego me vendo los ojos. Ya comenzaba a asustarme. Pero el verdadero horror fue el escuchar la puerta abrirse. De inmediato pude sentir la presencia de más personas en la habitación. Pensé que habría traído a sus amigos. Más de uno se me insinuaba cada que tenían oportunidad. Pero, el olor. Sus amigos, aunque son unos tarados, siempre están aseados. Y yo percibía un olor fétido, nauseabundo. Y aunque trataba de saber qué pasaba. Carlos ni se inmutaba.
Un montón de manos porosas invadieron mi cuerpo. Mis ropas se desgarraban y mis pechos resistían apretujones y pellizcos. Me lamían el cuello y me besaban. Al tiempo que ...
... buscaban mi sexo. Le pedí a Carlos entre el llanto que ya salía desde lo más profundo de mi ser que se detuviera. Estaba aterrada. Pero el solo me pido casi gritando. Que me callara. —Es tu fantasía y te la voy a volver realidad—me dijo, mientras alguien me aventaba sobre la cama. Me separaron las piernas y aunque yo gritaba para que me dejaran. Sentí como una verla fue entrando en mí. Y otra verga luchaba por entrar en mi boca. Atada y con los ojos vendados, no podía más que aguantar los embates furibundos, el sabor a sudor y mugre inundó mi boca. Quería vomitar, pero no tenía ni un resquicio libre. Apenas y podía respirar. En ese momento sentí como se venían dentro de mí. —Dios mío, por lo menos les puso preservativo—Pensé mientras, otro ocupaba su lugar y metía su verga de golpe hasta el fondo. Si le hubiese pedido perdón por mi aventura, tal vez esto no estuviera pasando. El olor a rancio que había en la habitación y en mi boca, estaba impregnándose en mi cuerpo. Podía sentir el sudor y la mugre de estos tipos adherirse a mí. El silencio sólo era interrumpido por los jadeos constantes de los hombres que estaban usándome como una cualquiera. Y por más que pedía que pararan. Mis suplicas eran ignoradas. Cuando escuché que tocaban la puerta. Un frío recorrió mi cuerpo. Me bastaba con esto, no quería más ”sorpresas“.
—Tremenda puta!
—Mira nada más que puta ricura!
Las voces se acercaban y los gritos y las maldiciones fueron llenando la habitación. ”perra“ ”puta" me ...