1. Ahh, lujuria! (IV: El otro final)


    Fecha: 14/05/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Lo voy a decir de una aunque resulte chocante: lo hice con mamá. Se la chupé, me la chupó, ambas bebimos mutuamente de las dos, la concha de mamá en mi boca, mi concha en la boca de mamá. Locura ?. Luego e incluyendo a Alberto en la conversación analizamos cómo fue, qué nos pasó que fuimos capaces de llegar a semejante extremo.
    
    Veamos: al principio lo atribuímos a la habilidad de Tali para conducirnos, pero él lo negó rotundamente; nos dijo clara y sinceramente que él jamás había ni imaginado ni pensado que algo así podía ocurrir. Lo atribuímos a calentura, simple pero eficaz recurso. Sin embargo, mamá aseguró que no fue eso, que jamás deseó hacerlo con otra mujer. De mi parte tampoco alcanzaba a encontrar explicación válida; es cierto que lo había hecho alguna vez con mujeres y que también ello me daba placer, pero jamás pensé ni imaginé ni en mis más altos vuelos que podría llegar a ser amante de mi propia madre. Porque para mí, el sendero del amor y de los afectos en la sangre discurre por caminos que no se tocan ni son paralelos a los caminos del contacto amoroso.
    
    Finalmente, todos alcanzamos a convenir en una sola explicación, en una sola palabra: luxury, lujuria en el estado más puro. Fue la única razón o explicación que pudimos encontrar.
    
    ¿ Quieren ver la película, la que captaron mis sentidos y se guardó en mi alma ? Retomen el hilo donde lo dejé en el capítulo anterior.
    
    Los tres quedamos física y mentalmente agotados. Sudados, los cabellos enmadejados, ...
    ... las manos pegajosas. Pensé para mí: necesito un largo, largo baño. Me levanté, busqué una esponja húmeda en la cocina y ese líquido repara alfombras, volví y reacondicioné como pude el lugar, mientras los nuevos amantes hacían comentarios graciosos sobre el tema. Me voy a hidratar, vienen ? pregunté, tomando dirección hacia el baño.
    
    En este punto se me ocurre que puede ser útil una pequeña digresión sobre arquitectura. Nuestro departamento es de los antiguos, modernizado pero con habitaciones espaciosas; dos años atrás hicimos con Esteban una pequeña reforma y la habitación inmediatamente contigua a la nuestra la subdividimos: una parte es ahora vestidor y guardarropa y la otra parte amplió el baño, donde colocamos una de esas bañeras circulares gigantes, con ese sistema de aires ¿ cómo se llama? Hidro masaje o algo así. Hacia allí fuimos.
    
    Vacié mi vejiga primero y luego me dejé envolver por una reconfortante ducha de aguas cálidas. Tras de mí y haciendo el mismo circuito se acercaron primero Alberto y luego mamá. Cada uno con su jabón crema en la mano, Tali fue el primero en empezar pidiéndole a mamá que le frotara el jabón en sus espaldas y a mí que lo hiciera en su frente. Lo fuimos haciendo, lentamente, disfrutando, descendiendo. Por debajo de su cintura, enjaboné el miembro y también sus testículos, deslizando mi mano por entre sus piernas.
    
    Me dí cuenta que mamá le enjabonaba las nalgas y que también lo recorría cuando mis dedos se tocaron con los de ella, por ...
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