1. Malena 4: Nuevo Comienzo 1


    Fecha: 18/05/2020, Categorías: Lesbianas Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... atormentado acento.
    
    Él acabó. No salió mucha leche, pero suficiente para que ella notara el resbalar suave de su pene en sus tripas. Ella,nada de nada.
    
    Su pene seguía enhiesto cuando se lo sacó mojado de flujos. Latía tieso e hinchado.
    
    Ella necesitaba acabar…. ¿qué le pasaba?
    
    -ven, vamos allá, le dijo señalándole la oscuridad de los alrededores.
    
    En condiciones normales ella se hubiera negado, temía a la oscuridad y a las alimañas que en ella se guarecían, pero, lo obedeció. ¡Necesitaba acabar! Su vagina latía atormentada.
    
    Descalzos desaparecieron entre las sombras. Se echaron en el suelo húmedo de rocío y colocándose sobre ella, la volvió a penetrar. Pero no se movió.
    
    Ella se impacientó por las ansias brutales que nacían en su perineo… acabar, acabar, acabar…se decía con voz queda.
    
    Él se tomaba su tiempo, la veía enloquecer de ganas… sabía el motivo… la cosa sí funcionaba… sonrío sin que ella pudiera notarlo por la total oscuridad.
    
    De repente Malena sintió una cosa muy grata que surgía de su interior sin poder precisar el lugar, se retorció de placer, lo abrazó con brazos y piernas para atraerlo hacia sí…y entonces se orinó… gran chorro, que era un escape a un orgasmo que no le terminaba de llegar… sus caderas subían y bajaban alocadas. Él estaba completamente enterrado en ella…. Otro de sus chorritos de semen, le indicó que había acabado.
    
    Malena tenía ganas de llorar, su interior bullía de placer total retenido entre sus vísceras.
    
    -¿qué me ...
    ... pasa? Le preguntó.
    
    -ten paciencia, fue la respuesta del profe. No se lo sacó y se quedó un rato sobre ella.
    
    De repente un terremoto comenzó en sus entrañas.
    
    El orgasmo represado rompió las amarras que lo habían tenido prisionero y surgió arrasador -como una represa que se rompe- por todas las partes de su cuerpo… aún las plantas de sus pies recibieron su parte. Pero exteriormente sólo se manifestó en ella en su temblor y en la incapacidad de hablar. Apretó muy fuerte sus dientes, sus brazos y estiró las piernas hasta tenerlas totalmente tensas. Convulsionaba de tanto gozo. Se volvió a orinar.
    
    Casi pierde la consciencia: -¡qué cosa más rica! Gritó cuando recuperó el habla.
    
    Poco a poco ese gran goce, fue cediendo. Seguía excitada. Quería más.
    
    -¿qué fue eso? Le preguntó sin casi poder ver su cara debido a la oscuridad.
    
    -ya estás normal… vamos adentro. La ayudó a levantarse.
    
    Ella aún sentía su placer revoloteando por la cara interna de sus muslos.
    
    -lo que sea que me hallas hecho, vuélvemelo a hacer… le dijo riendo y apoyada en su brazo entró de nuevo en la habitación.
    
    Él le limpió la humedad de su espalda y de sus muslos con una toalla. Ella notó que aún seguía excitado.
    
    -eres potente…
    
    -tú estás igual…
    
    Era verdad, su calentura no cesó con el orgasmo.
    
    -¿otra vez? Le propuso ella.
    
    -vamos… pero no esperes el mismo espectáculo.
    
    La puso a cuatro patas sobre la cama y la ensartó con rudeza.
    
    Ella esta vez chilló de gusto en cuanto lo ...
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