1. El cacho Nº 3 de mi esposo


    Fecha: 19/05/2020, Categorías: Fetichismo Autor: JEyMF, Fuente: CuentoRelatos

    ... mordió los labios, eso me gustó demasiado, ser tratada así me gustaba, pero me daba miedo. Luego me volvió a poner la cabeza en su guevo para que siguiera mamando, pero me trancaba la respiración porque él me obligaba a que me lo metiera todo.
    
    Al ratico me dice —pasemos al asiento de atrás del carro, le dije —ok vamos. Él se bajó del carro y se metió por la puerta de atrás, mientras que yo, estando adentro del carro me pasé al asiento de atrás, pero sin bajarme del carro. Estando allí atrás le di otras lamidas a ese guevo y lo dejé con bastante saliva porque sabía que ese guevo me dolería al penetrarme. Me senté en sus piernas, pero con las piernas mías abiertas y sus piernas quedaban entre las mías, estábamos frente a frente, allí él comenzó a besarme y me apretaba el culo. Después comenzó halarme duro, el cabello me lo tenía agarrado en la parte de atrás de la cabeza, me tenía dominada y a pesar de sentir miedo por su forma de tratarme me gustaba porque me excitaba de más y así me besaba el cuello. Luego apartó la falda, metió los dedos entre mis nalgas y me agarró el hilo y lo apartó a un lado, me colocó el guevo en la entrada de la cuca y yo comencé a bajar metiéndomelo lento y suave. Cuando lo iba metiendo parecía que me iba abriendo los huesos de la cuca, eso me dolió porque su guevo era demasiado grueso, pero igual lo iba disfrutando.
    
    Yo seguía sobre él así arrodillada cabalgando y él me inclinó hacia atrás, quedando mi espalda entre los dos asientos delanteros, ...
    ... mientras yo aún seguía sentada en sus piernas. Mis piernas quedaron dobladas en el asiento mientras él me daba suave y profundo, en eso sentí que me estaba ahorcando, era rico, pero estaba asustada y eso me tenía angustiada no me concentraba. Él estaba casi sobre mi ahorcándome y cogiéndome y se movía de adelante hacia atrás, era rico, excitante, pero tenía miedo. En eso me haló hacia él y me tiró a un lado y me acostó boca arriba en el asiento y me abrió las piernas, allí me lo metió de un solo golpe y fuerte; me dolió demasiado, le decía que parara, que me dolía, no sé qué tenía ese hombre, mientras más le decía que me dolía y que parara, más duro me daba y me ahorcaba.
    
    De verdad que, si me gustaba, pero sentía miedo, luchaba con él para que no me ahorcara, pero era fuerte y me daba muy duro. En eso me dio una cachetada muy fuerte, me ardió la cara, pero seguía dándome duro en la cuca, estaba muy rudo y yo comencé a llorar. A él pareció no importarle y siguió dándome hasta que acabó, yo no pude acabar porque a lo último si me sentí violada. Me dijo que lo disculpara, pero él no había cogido a una mujer tan estrecha de la cuca y que se sentía rico porque se sentía como mi cuca le apretaba el guevo. Me preguntó si había acabado y le dije —no que, si me gustó al principio, pero después me dio miedo y que me frustré. Él me sacó el guevo y se me salía la leche con sangre porque me había roto la cuca. Él se vistió y yo me acomodé la ropa ya que yo no me quite ni una prenda de ...