1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 11)


    Fecha: 30/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    ... tan buena y una propuesta… Ha cumplido muy bien tu objetivo y por eso te has ganado una recompensa. Como me has hecho tan feliz, estoy dispuesto a pagarte de una vez tres cuotas de la hipoteca.
    
    -¿De verdad?
    
    -Si Laura, pero te tengo una mala noticia. Esos son las tres últimas cuotas que te voy a pagar. No voy a seguir utilizándote. Claro que esas tres cuotas podrían convertirse en cinco si estás dispuesta a hacerme un último favor.
    
    -Contame, ¿de qué se trata?
    
    -Quiero que le cuentes a Esperanza que me acosté con Majo ¿te le mides?
    
    -Como me repugnas…
    
    -Laurita, es una oportunidad inmejorable. Vas a tener cinco meses para rehacer tu vida a costa mía. Es un tiempo suficiente para reorganizarte y lo único que tienes que hacer es contarle eso a Esperanza.
    
    -Es que voy a aceptar. Con tal de que finalice tu chantaje soy capaz casi de cualquier cosa. Eso sí, tenés que ser serio, tener palabra.
    
    -Tranquila, puedes contar con eso.
    
    Serví el desayuno y lo puse sobre una bandeja. Antes de llevarlo a la sala, busqué en el celular de Majo el número de Javier y después lo dejé en su bolso. Volví a la cocina por el desayuno y se lo llevé a Majo. La desperté tratando de ser suave y tierno con ella. La saludé con un besito y le alcancé la bandeja con el desayuno.
    
    Le pregunté si se había despertado un poco más animada. Parecía estarlo, luego lo confirmó con sus palabras. Luego le consulté si tenía algo qué hacer, si debía salir a hacer algo y si yo podía ayudarle en ...
    ... algo. Pero respondió que no, que prefería quedarse todo el día en casa. Le propuse que tomáramos una ducha juntos y luego ver alguna película. Lo de la película lo aceptó; ante la propuesta de la ducha me dijo “vamos despacio”.
    
    Ella terminó de desayunar y se fue a darse una ducha. Yo me quedé recostado en el sofá pensando, dándole vueltas a mi plan para ver si algo podía fallar, pero no había cabos sueltos.
    
    Majo Salió del baño con una toalla rodeando a su cuerpo y otra enrollada en su cabeza. Se encerró en el cuarto para vestirse. En ese momento sonó el citófono (telefonillo). Era Javier, “¿Majo, me abres?”
    
    No respondí nada, solo presioné el botón para abrirle la puerta del edificio. Salí corriendo y tomé mi celular. Rápidamente le envié a Javier las fotos de lo ocurrido la noche anterior con Majo.
    
    El timbre del departamento jamás sonó. Cuando Majo salió del cuarto me preguntó.
    
    -¿Quién llegó?
    
    -Una señora, pero estaba equivocada. Preguntó por Juan Luis.
    
    -Ah. ¿Qué peli vamos a ver?
    
    -¿Qué te parece ‘Vértigo’?
    
    -Mmm, vale. ¿Querés comida peruana?
    
    -Sí
    
    -Llama y pedila.
    
    Nos sentamos a ver la película y en medio de eso. Majo recibió un mensaje de Javier que decía lo siguiente: “¿El departamento? El departamento de aquí en adelante es tu problema, te lo quedas, pero lo pagas vos. A mí no me vuelvas a buscar en tu puta vida”. Majo recayó en su depresión apenas vio el mensaje. Pasé el resto del día tratando de levantarle el ánimo.
    
    *****
    
    El que quiera ...