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La reeducación de Areana (2)
Fecha: 24/05/2020, Categorías: No Consentido Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... mensualidad y del uno al cinco del mes siguiente viene a pagarme la segunda, o me manda el dinero por alguien. Si hay un tercer mes de tratamiento se repite lo mismo. Ah, y otra cosa importante, mientras dure la reeducación usted no podrá ver a su hija. -Entiendo… -aceptó Eva con expresión dolorida. -Algo más. Me dijo Elena que la niña se ha llevado algunas materias. -No. –se asombró Eva. –Elena debe haberse confundido. Areanita es tan rebelde como buena alumna en ese sentido. -Mejor así, porque entonces voy a poder dedicarme a lo estrictamente disciplinario. –se alivió Amalia y agregó: -Soy una persona seria y hago muy seriamente mi trabajo, querida, y es por eso que cuando me hago cargo de una pupila se firma un contrato. -¡¿Un contrato?! –preguntó Eva con sus ojos agrandados por la sorpresa. -Un contrato. –repitió Amalia con tono seco. –Por supuesto que no sería su caso, querida, pero no puedo arriesgarme a que alguien me acuse de secuestradora. Eva pareció reflexionar y luego dijo: -Sí, está bien, entiendo y… ¿cómo es ese… ese contrato? Amalia hizo sonar otra vez la campanilla y segundos después apareció Milena. -Dígame, señora. -Traé una copia del contrato tipo. -Sí, señora. –y un instante después la joven volvía con lo ordenado. Amalia tomó la copia y se la dio a Eva. -Léalo tranquila en su casa, querida, y lo firmaremos cuando usted me traiga a su hija. ¿Alguna otra cuestión o podemos dar por terminada la entrevista? -No, ...
... está bien, de acuerdo, Amalia. Al día siguiente de terminadas las clases le traigo a mi hija. –dijo Eva incorporándose y guardando la copia del contrato en su cartera. -La acompaño, querida. –dijo Amalia relamiéndose interiormente mientras tomaba por la cintura a Eva y ambas iniciaban el camino hacia la puerta. …………… Eran las seis de esa tarde cuando Amalia recibía el llamado de Elena, que pidió ansiosa: -Contame. -Bueno, estuvo la mami, se la veía nerviosa, turbada, sorprendida, te diría, de que pueda existir algo así, algo como yo y mis asistentes. –dijo Amalia y soltó una risita. -Pero, ¿arreglaron algo? -Claro que sí, me va a traer a su cachorra cuando terminen las clases. Se llevó el contrato. -Ah, que bien, se me hace agua la boca. -Ahora hablá con ella a ver qué te dice y me contás. -OK, un beso, zorra… -Otro, putona… Y ambas cortaron la comunicación entre carcajadas. Inmediatamente Elena llamó a Eva: -Hora, mi amor, contame cómo te fue con Amalia. -Bien, creo que bien, no sé, todavía estoy impresionada… Es gente muy,,, muy especial… Hay una chica que es terrible, una de sus asistentes… Y otra mujer mayor también… Me da no sé qué imaginar a Areanita en manos de ellas… -Bueno, oíme, Eva, si tenés tantos remilgos la cortamos acá y listo. Dejá todo así y que la pendeja siga volviéndote loca. Es tu problema. –dijo Elena fastidiada y también para acorralar a su amiga. -No, esperá, no te enojes… Voy a seguir adelante pero ...