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Maduras Anónimas (Cap. 4.5)
Fecha: 30/05/2020, Categorías: Incesto Autor: Incest_Lover, Fuente: CuentoRelatos
... dirigieron hasta mi sexo y ahí mismo comencé a pajearme, con mi hijo durmiendo al lado. Esteban y Johana llegaron también a mi mente y por último la polla de mi hijo que me imagine llevándome a la boca. La excitación era tal que tuve que quitarme las pantaletas y llevármelas a la boca para evitar que mi hijo escuchara mis gemidos. Estas ya estaban mojadas con mis jugos por lo que pude probarme mi misma y al hacerlo me termine corriendo en un gemido ahogado. ¿Qué me estaba pasando? Esto no podía continuar así, antes de que terminara cometiendo una locura debía hacer algo al respecto. A la mañana siguiente salí de compras sola. Me dirigí a una sex shop que había visto la noche anterior. Al entrar a la tienda estaba muy nerviosa y apenada por todo lo que se encontraba ahí. No era la primera vez que entraba en una de estas para comprar juguetes sexuales pero ya no era una jovencita, era toda una señora. Con mucha pena escogí un consolador y salí de ahí aprisa. Esperaba que este juguete me ayudara a calmar aquel fuego en mi interior antes que terminara por expandirse y me llevara a cruzar una línea que no estaba segura de querer cruzar. La noche del domingo, mientras mi hijo se encontraba fuera tome aquel juguete que había guardado muy en el fondo de mi armario. Antes de empezar me asegure de cerrar bien la puerta de mi alcoba con seguro, como si fuera una adolescente otra vez. Era de color rojo y asemejaba un pene de verdad, incluso tenía un par de bolas en la ...
... base. Recordando mis años mozos comencé a jugar con él. Me lo lleve a la boca para probarlo, obviamente no tenía el sabor de uno de verdad pero tenía que bastar. Luego de dejarlo bien húmedo lo lleve hasta mi ansioso coño. Estaba tan caliente que lo introduje todo de un solo movimiento. Era increíble volver a sentir mi coño lleno, el juguete llego hasta lo más profundo de mí ser. Lo deje adentro un par de minutos disfrutando aquella sensación que había olvidado hace mucho. Continuando con mi labor empecé a meter y sacar el juguete de mi ansioso coño, recibiendo el placer que buscaba y gozando lo más que podía. Lleve mi mano libre hasta uno de mis senos y lo apreté con fuerza para luego pellizcar el pezón. Mis gemidos hacían eco en el silencio de la casa, el juguete salía de mi coño cada vez más empapado y amasaba mis pechos con más fuerza. Buscando el orgasmo baje mi mano hasta mi clítoris y lo frote con furia haciéndome gemir aún más. Sentía mis jugos chorrear por mis muslos hasta mojar las sabanas de mi cama y con un grito de placer llegue al tan anhelado clímax. Me sentí satisfecha gracias a aquel juguete y olvidándome de todo caí profundamente dormida. Todo había vuelto a la normalidad, el consolador me ayudaba a calmar mis ansias sexuales. Siempre me aseguraba de usarlo cuando me encontraba sola y gracias a que mi hijo había comenzado a asistir a la escuela tenia las mañanas para ello. Me había olvidado por completo de todo el asunto de las Maduras Anónimas ...