LIDA
Fecha: 30/05/2020,
Categorías:
Erotismo y amor
Autor: escipiom.el.afr, Fuente: RelatosEróticos
CAPÍTULO 1º
Hacía casi tres años y medio que Lida Ilianovna Selenko llegara a Yakust, con su título de médico odontólogo recién expedido por la Universidad de Moscú, un día de primavera de 1947, cuando empezaba el deshielo tras el largo y gélido invierno.
Cuando llegó nadie entendía que una mujer tan joven y bella eligiera esa especie de fin del mundo antes que una ciudad tan populosa como Moscú. Porque Lida era joven, veinticinco años, y muy hermosa. Más bien alta, algo más de metro setenta, y muy bien proporcionada: Piernas largas y torneadas; busto y caderas firmes, desarrollados, pero sin exagerar. Lo justo para resultar atractiva sin caer en abundancias antiestéticas, una figura más próxima que lejana al ideal 90-60-90. Rostro ovalado que un día fuera de blancura casi nívea y ahora con matices atezados, fruto de largas exposiciones a la intemperie, al sol, al viento y la nieve durante su reciente pasado bélico. Ojos azules de mirar profundo y labios un tanto gruesos, sensuales, de un tono rojo natural realzado por el tenue toque de pintalabios que solía usar. Cabello muy negro, antes largo que corto.
Enseguida logró empleo en la clínica odontológica del Hospital de la ciudad, que recibió su demanda como una bendición pues sus odontólogos no eran sino simples dentistas que apenas llegaban a poco más que sacamuelas y, en tales circunstancias, Lida Ilianovna era un verdadero lujo.
Pero casi todo el mundo entendía que la muchacha debía estar algo loca o, al ...
... menos, ser en extremo extravagante. Pues ¿quién si no se abandonaría en un lugar como Yakust? Esta ciudad, la más fría de la tierra, es capital del inmenso e inhóspito territorio de Yakutia, en el extremo nororiental de Siberia, donde la temperatura en pleno verano (Julio-Agosto), si bien a veces llega a 30º-35º, lo normal es que no rebase los 20º y el resto del año la media es de -40º, con hasta -60º en Diciembre-Enero, entre 0º y -20º en Octubre, Noviembre, Febrero y Marzo; y en Septiembre, Abril, Mayo y Junio entre 0º y 10º
Y hoy, un día de septiembre de 1950, la mañana se le hizo eterna a la doctora Lida Ilianovna. Apenas pudo pasar su consulta con un mínimo de normalidad pues los nervios la dominaban. Todo el tiempo su mente estuvo ocupada por ese rostro que tan hondo se metiera en su alma. Cuando por fin acabó la consulta y la doctora pudo volver a sus dependencias privadas, anexas a su consulta en la Clínica de Odontología, se despojó de la bata blanca y, de un patadón, lanzó los zapatos a un rincón. Se sirvió una taza de té y se sentó en el sofá con un cigarrillo en la boca. Su rostro denotaba una mezcla de preocupación e incertidumbre. De los primeros pacientes que esa mañana atendió era un grupo de yacutos, esas gentes que nomadean continuamente por el territorio y a los que poco de lo que por allí sucede se les escapa. De entre su cháchara en yakuto entresacó que no lejos debía haber un campo de prisioneros alemanes.
Y de nuevo volvieron a su mente los recuerdos ...