1. LIDA


    Fecha: 30/05/2020, Categorías: Erotismo y amor Autor: escipiom.el.afr, Fuente: RelatosEróticos

    ... un violento empujón al médico que la atendía haciéndole caer boca arriba y gritó “Fritz”. Pero el aviso llegó tarde pues, aunque el soldado que cantaba y tocaba la mandolina se arrojó al suelo de inmediato, no pudo evitar que dos disparos le acertaran en la espalda, atravesando sus pulmones y lanzándole al suelo entre convulsiones espasmódicas
    
    A todo esto las chicas se habían protegido tras un destartalado carro, con las armas listas para disparar y escudriñando el entorno buscando más enemigos, pero allí no parecía haber ninguno más.
    
    El alemán que parecía médico se levantó y alzó los brazos exhibiendo la jeringuilla en una mano, como diciendo: “No llevo armas”. Miró a Schanna que llorando convulsivamente se tapaba la cara con las manos. Luego al soldado que yacía en el suelo y se dirigió a éste.
    
    Al momento Lida se levantó y saliendo del modesto parapeto gritó:
    
    El médico alemán se volvió lentamente hacia Lida, con los brazos algo abiertos, un poco en alto y mostrando la jeringuilla en su mano. La fusilera avanzó unos pasos hacia el alemán y preguntó:
    
    A ambas preguntas responde el alemán con movimientos de cabeza, negando a la primera y afirmando a la segunda. Luego el alemán habló:
    
    Y LidaIlianovna avanzó otro paso hacia el alemán, con lo que quedó bajo la luz que iluminaba el lugar, manifestándose gloriosamente su espléndida belleza, su ovalado rostro de azules ojos, su esbelto cuerpo con el triangulito negro del pubis apenas oculto por la burda braga de la ...
    ... Intendencia Militar, las largas y torneadas piernas desnudas....
    
    Con esa especial intuición que toda mujer posee, Lida percibió la impresión que en el médico causaba su cuerpo, lo que hizo que en su mirada se agudizara la nota de crueldad que desde que irrumpiera en la granja mantenía. Pero pronto se suavizó, sustituida por un gesto que denotaba un punto de interés, mientras sus ojos se posaban fijos en el médico alemán.
    
    Entonces el hombre desvió su atención de la mujer y fue girando hacia el soldado herido, por lo que Lida le gritó:
    
    Lida vio cómo él le volvía la espalda y lentamente caminaba hacia el herido. Deseó dispararle por su arrogancia; de hecho presionó el gatillo de su arma hasta llevarle al punto de disparo, pero ahí se paró y bajó el fusil. No supo por qué, pero no pudo disparar.
    
    Y al bajar el arma Lida sintió un malestar especial. ¿Por qué no había disparado, a qué ese instante de duda? ¿Un momento de debilidad?
    
    Enfadada consigo misma dio un puntapié a un cajón cercano, y fue a reunirse con las otras dos chicas que entonces rodeaban a Schanna, a la que preguntó al llegar a su lado.
    
    Schanna Ivanovna no oyó lo que Lida le decía, pues le preguntó anhelante.
    
    Entonces el alemán herido lanzó un sonoro estertor que retumbo como un rugido e hizo que Schanna rompiera de nuevo en llanto gritando:
    
    Lida ordenó a Vanda y Marianka que se la llevaran fuera y la esperaran. Entre las dos muchachas levantaron y sostuvieron a la llorosa Schanna para sacarla ...