Matilda, guerrero del espacio (capitulo 18)
Fecha: 31/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
La entrada de la princesa Súm en la capital de Mandoria fue apoteósica. La inteligencia federal se encargó de que la imagen llegara a todos los rincones de la galaxia por galaxinet. Una semana antes, y con la flota de reserva imperial destrozada en Laloba, los grupos de batalla liderados por Matilda y la almirante Rizé, arrasaron las débiles defensas imperiales y ocuparon los cuatro sectores liberando Mandonia y Tardania. El emperador hizo un intento para recuperar Laloba, desembarcando tropas en uno de los planetas del sistema, en apoyo de la guarnición ya existente. La Princesa Súm, al mando de las tropas del 2.º Cuerpo, del 5.º Ejército Federal, llegadas con urgencia, derrotó sin paliativos a la infantería imperial en la batalla de los Lagos Ardientes. La noticia de la tremenda victoria recorrió la galaxia de un extremo a otro, y puso en dificultades al emperador, que con la mitad de la flota protegiendo Axos, no tenía fuerzas suficientes para imponer su voluntad. Rápidamente, la Princesa Súm se convirtió en una heroína casi de la misma talla que Matilda.
El día de la coronación, toda la galaxia estaba frente a los monitores de galaxinet. Por deseo de la Princesa, fue la superiora de Konark quien la impuso la corona y la entregó el trono en presencia de Matilda. No se sentó en él: jamás lo haría. De pie, frente a los invitados, frente a su pueblo, y con el trono a su espalda, se quitó la corona, la deposito sobre el, y se dirigió a la nación y a toda la galaxia.
—Soy ...
... el último miembro vivo de la dinastía real de Mandoria. Soy una princesa de segunda o tercera fila, que por avatares de la guerra tengo derecho a sentarme en ese trono que esta a mi espalda. De hecho, esta es la primera vez que entro en este palacio real. Creo que ya es tiempo de cambiar las cosas, y adoptar un sistema más justo para todos. Un sistema donde tengáis voz y voto, y donde vuestra palabra sea escuchada con mucha atención. Mis obligaciones militares me impiden ocupar ese trono y dedicarme plenamente a las funciones de gobierno. He decidido nombrar un canciller, cuya función primordial, sin olvidar las demás, será crear un parlamento democrático y convocar elecciones legislativas. No creáis que me desentiendo de vosotros. Desde los más lejanos campos de batalla, mi corazón siempre estará en Mandoria, siempre estará en mi casa. Y desde aquí, hombro con hombro con Matilda, nuestra líder, hombro con hombro con todos los camaradas del ejército y de la flota, hombro con hombro con todos los ciudadanos de corazón libre, gritamos al tirano: tus días se acaban emperador, tus crímenes y atrocidades se acaban definitivamente. Las negras brumas del terror y del espanto, se abren y se disipan con la luz de la libertad y de la democracia. La libertad que representáis todos vosotros, todos los ciudadanos de corazón puro de Mandoria y de la galaxia. ¡Combatiremos sin descanso hasta el último aliento! ¡Combatiremos ahuyentando de nuestras mentes el temor a la muerte! ¡Combatiremos ...