Matilda, guerrero del espacio (capitulo 18)
Fecha: 31/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... mientras el último ciudadano libre pueda empuñar un arma! Combatiremos por toda la galaxia, hasta que consigamos que el nombre de Zannar II, convertido en polvo por la derrota, desaparezca arrastrado por los vientos del olvido, después de haber gritado todos juntos: ¡Victoria! ¡Victoria! ¡Victoria! —la Princesa Súm terminó su arenga enarbolando sobre su cabeza a Surgúl.
Un estruendo de vítores y gritos acompañó al último párrafo de su discurso, y una vez finalizado se multiplicó.
—Reina Súm, en los años que nos conocemos, nunca te he oído hablar tanto tiempo como hoy, —dijo Ushlas sonriendo, después de entrar en unos aposentos fuera de la mirada de la gente—. Me has dejado muerta.
—Muerta te vas a quedar, pero de la leche que te voy a dar como me vuelvas a llamar reina, —exclamó la Princesa—. Mira, ese puede ser mi primer decreto: prohibido llamar reina a la puta reina.
—Antes era una princesa mal hablada, —intervino Matilda—. Ahora es una reina mal hablada. Vaya ejemplo para su pueblo. ¡Qué vergüenza!
—¿Qué pasa, no hay nadie más con quien meteros? —preguntó la Princesa aceptando la broma.
—Verdaderamente no. Últimamente no tenemos reinas novatas a mano, —y Matilda añadió—. Ahora en serio. Has pronunciado un gran discurso. El emperador estaba muy cabreado, y tú le has cabreado más. Has antepuesto tu figura a la suya, y has dejado claro que tú, representas libertad y democracia.
—Dos conceptos muy peligrosos para el emperador, —añadió Ushlas.
—Hay ...
... que estar muy atentos a sus próximos movimientos, —apuntó Súm—. No nos puede pillar desprevenidos.
Los días siguientes a la coronación fueron muy intensos para la Princesa. Muchas reuniones y muchas entrevistas, no solo con la nobleza, principalmente con ciudadanos representativos de la nación. Recorrió todo el planeta, las colonias del sistema y del resto de sistemas del reino. Finalmente, nombró canciller regente a Uhsak, un hombre respetado por todos, y que anteriormente fue gobernador de las provincias del sur. Con él acordó una acción legislativa encaminada a dotar al estado, de los mecanismos democráticos necesarios para abrir la acción de gobierno a los ciudadanos y de desarrollar una constitución. El Consejo Federal acordó encargar al comandante Ramírez la protección de la Princesa, para evitar cualquier intento del emperador de hacer algún atentado contra ella. Ramírez formó un grupo de escolta formado íntegramente por mandorianos, aunque eso si, dirigido por él, y que terminaría siendo el embrión de su guardia personal. Eso le permitió estar en todo momento a su lado, cuando agotada y estresada regresaba por la noche a sus aposentos. Entonces, desnuda, siempre se refugiaba entre sus brazos.
—No entiendo como los políticos pueden estar continuamente de reuniones, negociaciones y cosas de esas. Tengo que estar muy concentrada para que no me líen. Termino agotada y con la cabeza como un bombo, —dijo la primera noche, mientras con la espalda apoyada en su pecho, ...