Lluvia Erotica - Relatos Eróticos

Lluvia Erotica

... chocolate por todo mi cuerpo, por un momento sentí que era todo lo que necesitaba…

Después del almuerzo fuimos invitados a caminar hasta el lago, era una caminata de un poco mas de hora y media, antes de salir apareció la bella Natalia, con su cabello un poco más corto, un short hecho de jean que le resaltaban sus largas y torneadas piernas y un top blanco que marcaban sus bien preciados senos, para mi sorpresa no me saludó, al parecer seguía muy resentida o me odiaba mucho. Mientras caminábamos observé como su top se mojaba con el sudor, podía ver sus pezones, al llegar hacia la parte mas alta de la montaña tuve que ayudarla a subir, mientras sostenía su delgada cintura se resbaló y al tratar de volverla a subir puse mi mano en una de sus nalgas y sentí como el patinaje había endurecido ese culito tan deseado por muchos, me reclamó airadamente ¿Qué te pasa? quedé totalmente mudo, al comenzar a bajar del otro lado de la montaña sobre el camino pude observar una cabaña, le pregunté que si alguien vivía allí, de una manera déspota me contestó ¨ es la cabaña del cuidador cuando no hay nadie en la casa, es que quieres reemplazarlo?¨ ¨mira Natalia, no se cual sea la cosa conmigo pero apenas volvamos nos vamos a sentar a hablar y después me iré¨ sin mediar palabra continuó caminando hasta llegar al lago, allí algunos decidieron nadar, otros navegar y yo me senté debajo de un árbol. Vi a Natalia quitarse el short y como si fuera detrás de de cámaras de Sports illustrated ...

... desfiló por la orilla mientras la brisa parecía jugar con su cabello, el sol besaba su piel y mis ojos atónitos querían desnudarla, mientras ella tendía una toalla en la orilla, me miró como quien no quiere y me hizo señas de que fuera hasta allá, negué con la cabeza, pero la verdad no se debía a que estuviera ofendido con su comportamiento, era debido a la erección que tenía en ese momento. Natalia nadó por mas de media hora y cuando salió se acercó con el agua deslizándose por su piel como si la quisiera besar y me dijo ¨ven quiero mostrarte algo importante para mi¨ nos subimos a un bote y remamos por unos 15 minutos, llegamos hasta un sitio escondido del lago y allí había una cueva, adentro muchos dibujos en la roca, durante cuarenta minutos me contó como cuando estaba triste o confundida iba hasta allí dibujaba y escribía sobre cosas importantes, uno de los cuadros era mi rostro, impactado le pregunté cual era la razón por la que me trataba de esa manera; su respuesta después de un periodo de silencio fue ¨ fuiste el único que me trató con inteligencia y que no me pasó por el hecho de ser bonita….

Decidimos caminar de vuelta al bote y después remamos sin decir palabra, la brisa y el ruido del agua abrazaban el silencio que nos separaba, el cielo gris cubría nuestras figuras ensombrecidas por un sentimiento confuso, por una parte me sentía tranquilo porque finalmente sabía que esa niña 16 años menor no me odiaba, pero por otro lado no sabía cómo cambiaba las cosas, cuando ...