Lluvia Erotica - Relatos Eróticos

Lluvia Erotica

... llegamos a la orilla nuestros acompañantes se habían marchado, huían de la tormenta que se veía venir; la lluvia nos golpeaba con mucha fuerza, cada vez estaba mas oscuro, empezamos a subir la montaña y el terreno se volvía fangoso y difícil, teníamos que buscar refugio porque estaba oscureciéndose cada vez mas y la tormenta amenazaba con golpearnos con toda su furia, mi ropa estaba totalmente pegada al cuerpo y el barro la hacía muy pesada, como pudimos seguimos avanzando hasta que Natalia dijo, ¨vamos, tenemos que llegar a la cabaña, la tormenta puede durar más y es peligroso¨ después de 10 minutos de luchar entre la montaña logramos llegar a un claro donde estaba ubicada la cabaña, exhalé en signo de descanso y alivio, abrimos la puerta y aunque el sitio no nos protegía del frio por lo menos tenía una cama, un sillón y era el refugio perfecto para escapar de la lluvia.

Enojados y tensos, casi entrados en hipotermia y frustrados por no tener ropa de cambio, decidimos tratar de encontrar algo caliente, Natalia decidió entrar al baño y quitarse la ropa mojada y colgarla en el sillón, solo alcancé a ver su figura en las sombras, motivado por la oscuridad realicé la misma acción y me cubrí con una manta, cuando salí del baño ella se había apoderado de la cama (lo cual me parecía injusto) y de las cobijas, muy enojado y sin mediar palabra me senté en el sillón, temblaba de frio y mi cuerpo tiritaba… ¨ven a la cama¨ dijo en una voz temblorosa, me negué por orgullo y aunque ...

... lo repitió varias veces no me quise mover, finalmente dijo ¨si los dos nos abrigamos podremos superar el frio, recuerdas lo que significa CH, o acaso quieres una pulmonía? ¨ levanté las cobijas y pude sentir que aun estaba fría, me gire hacia un costado y sentí como su cara se pegaba a mi espalada, sentí su respiración poco a poco calentarme el cuello , después su mano alcanzó mi pecho… me estaba dando calor, sin embargo los dos temblábamos mucho, no sabía si era por el frio o por el miedo de estar desnudos.

Unos minutos después Natalia giró hacia el otro lado de la cama y como era tan estrecha pude sentir sus nalgas contra las mías, la escuchaba tiritar, entonces decidí que le daría calor asi protestara, me gire hacia ella y pude sentir la curvatura de su cintura, lo pronunciado de sus nalgas, cruce mi brazo con temor pero con ganas de sentir su piel, mi cuerpo comenzó a bombera sangre y en segundos tenía una erección del tamaño del Empire state, creo que lla la sintió y trato de alejar sus nalgas, sin embargo, el frio era tan fuerte que no tendríamos otra opción que estar aferrados el uno al otro, del solo hecho de saber que estaba con una de las mujeres mas deseadas del país y que ambos estábamos sin ropa, no me pude contener y le comencé a besar la espalda, escuché varias veces como débilmente decía ¨no¨ mi mano se movió para acariciar sus senos, sentí como su respiración se agitaba cada vez más, mi mano derecha fue bajando hasta localizar su clítoris, sentí como sus ...