Lluvia Erotica - Relatos Eróticos

Lluvia Erotica

... jugos lubricaban esa cuquita tierna, mis dedos empezaron a juguetear suave y lentamente con su clítoris, era increíble como su humedad llegaba hasta mis dedos y su cuerpo entraba en calor , sentí como mi verga palpitaba al ritmo de su respiración no aguantamos tanto tiempo y la pasión nos ganó, besos fuertes y profundos, caricias lentas y exasperantes marcaron una danza erótica en la oscuridad, mi lengua se desplazó lentamente desde su cuello, pasando por sus pezones y patinando hasta encontrar su ombligo, afuera la lluvia era testigo innocuo de este encuentro fortuito entre dos cuerpos que sin importa raza, color o edad se estaba dando para placer mio y envidia de muchos, llegué hasta su conchita, la mordí con mis labios y mi lengua se entregó en una lucha sin cuarte con su clítoris mientras una de mis manos acariciaba sus senos, sentí como sus jugos mas íntimos salian desea cuquita deliciosa , pulcra y totalmente afeitada y llegaban a su culito para lubricarlo, ¨No, esto no debe pasar¨ me decía, tomé un dedo y de una manera lenta bañado en su lubricante natural fui introduciéndolo poco a poco , después ella se puso en cuatro, mientras mi lengua abría sus nalgas mis dedos seguían en la lucha ...

... con su clítoris, mordí sus nalgas, saboreé fluidos mas íntimos, me dijo , ¨quiero que me penetres, hazme tuya, métemelo¨ cuando mi cuerpo se deslizó dentro del suyo el calor nos envolvió en un silencio pasional, exploré cada rincón, besé, la tomé por los senos mientras mi pene se abría paso entre sus nalgas lentamente y con gemidos de placer y angustia, se tumbón en la cama y puso una almohada para levantar un poco mas su culito , sus labios y su lengua dejaron huellas en todo mi cuerpo, casi explotó cuando su boca se recreaba con mi pene, no se cuantas poses sexuales hay pero en el 69 le gané y sentí como sus manos apretaban mis nalgas mientras su ser estallaba como volcán, ¨quiero que me des toda tu lechesita¨ dijo en voz baja y mientras besaba sus senos otra vez y mi cuerpo se conectaba a través de su conchita humeda, sentí como acariciaba mis nalgas y como si fuera a buscando algo mas uno de sus dedos se deslizo entre mis nalgas como si fuese a penetrarme y ahí sentí el orgasmo mas profundo y mas sincero, mi pene se anchó como si se fuese a reventar…. Yaciendo en la cama pero satisfechos sentimos como el frio se alejó durante toda la noche mientras compartíamos nuestra soledad pecaminosa.