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El colector del autobús
Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues
... miraba por el espejo que tenía enfrente. Daniel y yo nos sentamos en las escaleritas del autobús, las de atrás y comenzamos a hablar y a tomar, y cuando me di cuenta me tomé como cinco cervezas que Daniel había ido a buscar donde Javier, adelante, y me sentía algo mareado. Él estaba más tomado que yo, tenía los ojos chinitos ya, pero luego se acercó y me besó y no aguanté. La cerveza que tenía en la mano rodó por el piso del autobús, y quedé tendido en el suelo y Daniel encima de mí, luego me acomodó y mi cabeza quedó apuntando hacia el principio del pasillo, donde estaba Javier, y mis pies hacia las últimas butacas del bus. Daniel estaba encima de mí y sujetaba mis manos con las suyas. De manera súbita tomó mis manos y las puso encima de mi cabeza, y me sentí algo domado, mientras, él seguía besándome, cosa que me encantaba porque me besaba con pasión, con lujuria, como si se le fuese la vida en ello, y luego solo dejaba sus labios muy cerca de los míos, rozándose entre sí, y ambos con respiración agitada. Me quitó la franela que yo tenía de un segundo a otro. Y continuó besándome. Luego sus labios quedaron tan cercanos a los míos que sentía cuando respiraba por la boca, de momentos me daba besitos y de momentos se separaba: era genial. Sonreí. — ¿Qué? —preguntó él. Sonrió. — Que me gusta—admití. — Yo sé, por eso ni te lo pregunto. — Pero qué modesto. ¿Cómo sabes que me gusta? — Por tus ojos. — ¿Por mis ojos? — Sí—dijo esto y me mordió el labio inferior. — Está bien. — ...
... ¿Te sientes cómodo? —inquirió — Sí, sí. Bueno, me da pena con Javier que nos escuche besándonos. — Y lo que le falta por escuchar. Relajao, has como si no está ahí. Ese ya debe estar dormido, él sabía, él estaba claro. — Oook. —Fue lo único que logré decir— ¿Y cómo que “y lo que le falta por escuchar”? — ¿Y es que usted cree que ya todo se acabó aquí? — No, pero… —no me dejó terminar cuando respondió: — Yo a usted hoy le doy la pela, ¿oyó? —dijo esto con lujuria, acercándose más a mí y besándome fuerte fortísimo. No me pude resistir. No dije más nada. Siguió besándome y por primera vez dejó de besarme los labios para comenzar a besarme por debajo del mentón, hasta llegar a mi cuello, lamiendo poco a poco hasta llegar a mi oreja y pasar su lengua por toda la orilla, yo solo suspiré, no podía ni hablar. — Me encantas, carajito —me dijo al oído y me erizó la piel. — Tú… — Shhh… No digas nada, te prefiero calladito por ahora. Eso… Así me gusta. Terminó de hablar y me dio un besito en la oreja. Luego me la chupó lentamente y eso me hizo derretir en un segundo. Me soltó las manos y las puse en su espalda, intenté quitarle la franela pero él se la quitó rápido. Me siguió besando y esta vez fue mucho mejor; podía sentir su pecho, lo tocaba y estaba algo sudado, mejor aún, lo sentía tan rico, tocaba sus tetillas mientras él me besaba y las apretaba con mi mano completa, le tocaba el pecho y sentía piel tan tersa y suave que no pude resistir y le pasé las manos por la espalda, como ...