1. El colector del autobús


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    ... Se me aceleró el corazón. Él me hizo señas para que subiera rápido. Yo ni vi para los lados, subí y ya. — Hola—logré decir. Casi no se veía (como es negro, jajaja, bueno no negro por completo jajaja), todo estaba oscuro, las luces del bus estaban apagadas. — Hola muñeco. Que me dijera muñeco fue algo gracioso, un macho hetero no dice eso. — ¿Cómo estás? —preguntó. — Acabamos de hablar hace veinte minutos, creo que no me ha pasado nada en ese tiempo. Yo, bien. — Ay, no seas amargadito conmigo si yo lo que te quiero dar es cariño. —cuando dijo esto me tocó por la espalda. Él estaba manejando el bus y yo de pie casi a su lado. Me dio un sustico. — Lo siento—dije — No lo sientas todavía. Lo vas a sentir pronto. — ¿Ah, sí? ¿Qué voy a sentir? —puso cara de deseo cuando dije esto. — Esto—dijo mientras de una estocada me agarró por la espalda y me sentó en sus piernas haciéndome sentirle el guebo parado. Tenía franelilla blanca y short playero, supuse que estaba bebiendo era en su casa. Me gustó la sensación. Él rió, y yo igual. — Mira la carretera es lo que tienes que hacer—dije yo. — Vamos a comprarnos unas cervecitas, ¿sí va? — ¿Vas a seguir bebiendo? —pregunté — Si quieres que no beba no bebo, usted manda, jefe. —cuando dijo eso hizo una señal de militar cuando recibe órdenes. Se sintió bonito verlo ahí, así, y además, para mí por completo, ¡y sonriendo! — Bueno, cómpralas, pero no muchas. Se estacionó y cuando se iba a bajar, alzó la voz: — Javi, ¿tú quieres una? ...
    ... ¡¡¡QUÉEEEEEEEE!!! JAVIER ESTABA AHÍ. LA VERGÜENZA TOTAL. — ¿Javier está aquí en el autobús? Todo está oscuro, no veo. ¡Qué pena, Daniel! ¿Cómo tú me haces esto, vale? — Quédate quieto que ese está claro. — ¿Claro de qué? — De que vas pa esa. —Este ya me cogió y yo no me di cuenta. Lo único que pude hacer fue reírme. Él buscó el dinero, y antes de bajar, me explicó lo que había pasado en el bus, me dijo que fue que Javier le había quitado el teléfono y que había leído los mensajes, luego me pidió disculpas y como no respondía se paró frente a mí y me puso sus manos en mi cintura. Seguido de eso, me besó. Fue extraño. Todo era increíblemente bizarro (si a mí me hubieran contado algo como lo que yo estoy contando capaz no lo creería) pero era verdad lo que me estaba sucediendo. Y sus labios eran suaves, sabía besar muy bien. Lo hacía con delicadeza. Luego puso su mano derecha en mi nuca y me sentí en la gloria. Hasta que Javier hizo un sonido con su garganta y nos separamos. Reímos a la vez. — Voy por las cervezas. Te traeré una, Javi. — Dale —contestó Javier. Sentí miedo, y pena al mismo tiempo. Yo me quedé ahí de pie y de los asientos de atrás venía Javier caminando hacia mí, me pasó por un lado y se sentó donde se maneja el bus. Me saludó con la cabeza, yo igual. Llegó Daniel con tres cervezas y unas cuantas en una bolsita. Le dio una a Javier, dejó la bolsita ahí al lado de Javier, y me agarró por un brazo y me llevó hasta al final del bus, donde estaba la puerta de atrás. Javier solo ...
«12...456...12»