1. Provocando a los albañiles


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... y noté que mis pezones erectos se adivinaban perfectamente bajo la tela de la blusa. Eso los iba a volver locos, pensé.De lejos vi a dos de ellos en la puerta. Seguí caminando y ellos abrieron los ojos con asombro. Ambos me silbaron y murmuraron algo; esta vez decidí entrar en el juego y les sonreí sensualmente.A la tarde regresé caminando, pensando en algunos trabajos pendientes de la oficina y casi sin recordar a los albañiles.Pero allí estaban los cuatro, esperando verme pasar…Esta vez pude verlos un poco con más detalle. Uno era bastante mayor que los demás y parecía ser el jefe. Otro era un chico muy joven y los dos restantes frisaban los treinta años. Uno de ellos era el caradura que me había manoseado dejándome tan caliente…Todos estaban sudorosos y con la piel bastante oscura y curtida por estar trabajando todo el día bajo el sol.Esta vez el hombre mayor se me acercó y se ofreció a acompañarme hasta mi casa, diciendo que esa calle a esas horas era muy solitaria y podía ser peligrosa para una mujer sola.Antes de que pudiera decirle algo, el hombre me abrazó por la cintura y me sonrió. Lo dejé hacer, pero unos metros más adelante sentí que su mano se deslizaba para acariciar mi cola…Comencé a excitarme y sentí un leve temblor en mi cuerpo; pero no le dije nada y lo dejé que siguiera tocándome. El olor a sudor que emanaba de su cuerpo agregaba un poco más de excitación.El hombre entró detrás de mí al llegar a casa. Me miró con seriedad y me dijo que yo era una puta a ...
    ... quien le gustaba provocar a los hombres; vistiéndome con faldas apretadas y blusas transparentes…De repente estiró una mano y levantó el ruedo de mi pollera tubo. Sus dedos sucios y callosos enseguida encontraron mi tanga.Mientras el hombre acariciaba mis labios vaginales por encima de la tanga, sonrió y volvió a decirme que era una puta caliente que merecía una buena cogida por parte de un macho verdadero.Pensé que me iba a arranca la ropa a manotazos; pero de repente retiró su mano y dijo que otra vez no me escaparía de él y sus colegas. Sonrió y abrió la puerta de calle para desaparecer…Esta vez ni siquiera me saqué los zapatos de taco alto. Solo desprendí la pollera y me masturbé en mi cama furiosamente; mientras me imaginaba que esos albañiles sucios y sudorosos me destrozaban la ropa a jirones y se turnaban para cogerme…Hundí mis dedos en la humedad de mi vagina y acabé aullando como una perra. Esa noche mi adorado esposo se sorprendió al encontrarme tan humedecida, caliente y deseosa por coger…Pasaron un par de días y llegó el sábado; mi día para gimnasio. Víctor tampoco trabajaba y se ofreció a acompañarme, ya que él después seguiría viaje para el centro a hacer unas compras, advirtiéndome que regresaría después de mediodía.Me puse un equipo de gimnasia muy provocativo. Unas calzas pegadas al cuerpo que me marcaban bien la cola sin tanga y una camiseta también muy ajustada, que apretaba bien mis tetas…Esta vez los albañiles me vieron llegar de lejos; pero advirtieron la ...