1. Provocando a los albañiles


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... compañía de mi marido y entonces se limitaron a mirarme la cola sin abrir la boca para nada.Regresé un par de horas después totalmente transpirada, ya que no me había duchado al terminar mi clase de entrenamiento. Hasta podía sentir la humedad en mi entrepierna y una mancha visible a través de mis calzas…Al llegar a la obra en construcción, me estaban esperando los cuatro albañiles en la calle. Les sonreí al acercarme y esta vez no me dieron tiempo a nada.Dos de ellos aferraron mis muñecas y me arrastraron dentro de la obra, al mismo tiempo que pasaban sus manos libres por mi culo.Una vez adentro me empujaron contra una mesa polvorienta y caí de frente, quedando doblada por la cintura y con mi cola arriba.Entonces sentí que unas gruesas manos me aferraban por las caderas y uno de esos hombres se pegaba a mis nalgas, haciéndome sentir la dureza de su verga a través de mis calzas.No pude ni siquiera protestar; sabía que esos cuatro hombres iban a hacerme de todo allí adentro; pero mi calentura no me permitía ya ni siquiera pensar. La fantasía de provocarlos para terminar en esta situación había disparado mi locura y mi puta interior…Ahora estaba en manos de esos cuatro brutos, esperando que ellos también se sacaran las ganas conmigo; como yo quería hacerlo con ellos.Sentí de repente que mi concha se humedecía y no era por la transpiración. La verga contra mi cola se retiró por un momento y otras manos deslizaron mis calzas hasta mis rodillas. Varios silbidos de aprobación me ...
    ... indicaron que mi culo redondo y firme les había encantado.El hombre mayor comentó que la putita ya estaba empapada…Recordé que un par de días antes había depilado mi labia; así que ahora podían ver esos hombres mi humedad que no era sudor…De repente mis nalgas desnudas recibieron un azote con una mano abierta. Las otras manos seguían sujetándome por mis caderas; así que no pude moverme ni evitar los siguientes azotes.El hombre que me sostenía dijo que lo merecía por ser tan puta.Entonces pude escuchar el inconfundible ruido de un cierre relámpago abriéndose. Quise girar mi cabeza para ver quién era; pero de repente sentí una dura y gruesa pija deslizándose entre mis labios vaginales humedecidos y listos para recibirla…Era el hombre que me sostenía por las caderas; el mismo que me había manoseado por primera vez. Sus compañeros rieron y silbaron al ver mi cara de sorpresa y dolor; ya que esa pija era bastante grande para mi vagina todavía algo estrecha.El tipo comenzó a bombearme con ritmo y el dolor cedió paso por fin a ese placer que tanto buscaba yo. Comencé a moverme al encuentro de esa gruesa verga que me taladraba la concha tan bien y el hombre lo notó. Comentó que yo era una puta calentona.Me cogió por un buen rato hasta que de repente pude sentir su semen hirviendo invadiendo mi vientre. Suspiré aliviada, pero un poco contrariada por no haber podido acabar antes que él.El hombre me dio una suave palmada en mi cola y muy despacio sacó su verga chorreante de mi agradecida ...