Mi esposa con el curita parrte 4 - Relatos Eróticos

Mi esposa con el curita parrte 4

... quitarse el brasiere poco a poco dejando que las cintas superiores fueran cayendo a los lados mientras ella se medió tapaba con los brazos cruzándolos sobre el pecho hasta que finalmente se despojó totalmente del brasilero dejándonos ver sus senos.

Fue realmente muy bien sincronizado sus movimientos por lo que realmente el espectáculo era de primera especial.

Entonces camino delante de nosotros hasta la silla en donde se agacho para quitarse la pantaleta por lo que podíamos versus nalgas preciosas delante de nosotros.

Se voleo y así pudimos apreciar que para completar la espectáculo se había puesto un cola les dé un pequeño triangulo de encaje al frente y por detrás solamente una especia de flor uniendo los tres hilos y así se sentó para proceder a quitárselo mientras nosotros veíamos la preciosidad de mujer que se desvestía tan bien para nuestro placer.

Después empezó a quitarse la media sentada frente a nosotros por lo que podíamos gozar de cómo se abría enfrente de nosotros su vagina y veíamos su intimidad.

En fin que termino de desvestirse y pudimos verla totalmente desnuda hasta que ella considero que era suficiente y tomo una bata de baño para cubrirse mientras nos decía que la función se había terminado y que nos saliéramos a platicarla despacho.

Por lo que pude ver ahora entiendo que ...

... posiblemente no haya sido la primera vez que lo hacía con público por la forma tan profesional de su comportamiento. Pues según me comento después el dueño del cabaret en que bailaba su maestra la había visto hacerlo y le había ofrecido que si deseaba hacerlo en ese cabaret el trataría de cuidarla poniéndole un bonito antifaz de mariposa para que nadie la reconociera.

Después podría aprender a bailar el tubo para saber más como ser una verdadera profesional

Hoy parece chistoso que tratara, de ser tan buena en el striptease sin embargo, considerando que era el del primer striptease de su vida estaba muy nerviosa

Dicen que así ocurre con los actores: si no están nerviosos cada vez que salen al escenario entonces no deberían llamarse actores. En su caso no debería llamarse una verdadera amante del sexo si no me sintiera nerviosa cada vez que intentaba una cosa nueva en el arte amatorio, siempre con la inquieta curiosidad e incertidumbre de saber cómo será.

Me dijo que recordara que las profesionales nunca dejan de moverse: en un momento pueden ser los brazos o las piernas, o hacer un juego de movimientos con el cabello que la ayudarían a hacerlo bien y le ayudarían a no quedarte sin hacer nada.

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