1. Finalmente… nos re-encontramos, recién en el 2011


    Fecha: 14/06/2020, Categorías: Hetero Autor: buitrepanda, Fuente: CuentoRelatos

    ... inmediatamente, un par de días después, me enviaste un sms de si podía ir esa noche a verte a tu lugar de trabajo, donde podríamos estar completamente solos, pero… en esos momentos yo estaba sobre una camioneta con toda la familia, yendo a un casamiento, por lo que te contesté que en ese momento no podía, pero que en un rato te llamaba.
    
    Al llegar a la fiesta, en un momento fui al baño, y te llamé. Los nervios que tenía ni te los imaginás. Me sentí la niña que llama a su novio a hurtadillas para que nadie se entere. Hablaba lo más bajo posible, y quedamos en que el miércoles o jueves siguiente, ÍRÍA SIN FALTA A TU ENCUENTRO a tu laburo. Esos días previos a nuestro encuentro clandestino, y por ende, excitante, deseable, los pasé muy pero muy excitado y nervioso, pues no quería que esta vez se estropeara todo nuevamente. Me masturbé prácticamente todos los días antes de vernos.
    
    Y llegó nuestra noche….
    
    Ese miércoles o jueves, salgo de casa a eso de las 8 de la noche para tomar un taxi para ir a tu encuentro, y no veía ¡¡¡ninguno vacío!!! Finalmente a lo lejos, venía uno libre… y pude tomarlo. Le dí la dirección que me habías dado al chofer…. y mi corazón se llenó de alegría y deseos. ¡¡Por fin, estaba yendo a tu encuentro!! ¡¡Después de años y años soñando contigo!! Mi mente estaba prácticamente nublada, pensando sólo en tí.
    
    Cuando estaba por llegar llamé para avisarte que estaba yendo para caer en tus brazos, y cuando llegué a tu lugar de laburo, ME ESTABAS ...
    ... ESPERANDO, parado, frente a la puerta.
    
    Mi corazón latía a mil revoluciones por minuto, por amor y deseos. Primero me mostraste todas las instalaciones exteriores con sus explicaciones, que yo las oía, pero que no me importaban absolutamente nada. Estaba deseando entrar y estar juntos. Luego entramos, y me seguiste mostrando las maquinarias que se encontraban en el interior del edificio, y también con sus explicaciones del caso, que reitero, NO LAS OÍA.
    
    Sólo me fijaba en ti, en tu boca, y en tu bulto.
    
    Luego de este tour, nos sentamos frente a un escritorio, con su computadora, y te dije:
    
    --“¡¡Cuánto hace que estaba deseando estar contigo, solos”.
    
    --“Yo también” -- me respondiste.
    
    En eso te levantaste, tomaste un pendrive que estaba sobre el escritorio y lo enchufaste en la computadora.
    
    Era un video porno, en el cual había un hombre que le estaba metiendo su pija, que dicho sea de paso, era enormemente grande, tanto en longitud como en grosor, en el culo de ésta, y ella le estaba chupando la pija a otro hercúleo hombre. Creo que lo pusiste como para “calentarnos”, pero lo que vimos de este video, fueron apenas 30 segundos o menos, ¿te acordás?, porque los dos ya hacía rato que estábamos prontitos para estar encamados, por lo que cortaste el video, le diste para quitar el pendrive, te levantaste de la silla, lo retiraste de la computadora y me dijiste:
    
    --“Vení, seguime”.
    
    --“Sí. Por supuesto.” –te respondí, con la boca seca de los nervios que estaba pasando. ...