1. Mi bailarina con pija


    Fecha: 14/06/2020, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    MI PUTITA BELÉN, LA BAILARINITA MUSCULUDA La conocí a Belén una tarde de verano cuando ella salía de la clase de danza, era una divina hembrita de unos 18 años que me excitó apenas la vi caminando por la calle meneándose con su blanca pollerita corta que dejaba ver sus hermosas piernitas blancas y musculudas de bailarina, moviéndose provocativamente luciendo su cuerpito delgado, lisito, sin tetitas. Calzaba sandalias muy altas, de esas con solamente una tirita desde el talón, tipo pulsera, y un solo sujetadedo que dejaba ver sus divinas patitas blancas y largas con uñas largas pintadas de rojo sangre. La seguí unas cuadras para verla mejor, y a cada minuto me excitaba más y la pija se me había parado, así que me le puse al lado y le dije: -“Hola! Sos hermosa, bailás clásico? Tenés el cuerpito de una diosa! Dónde bailás?” Me miró y me contestó: “Hola, te gustan las bailarinas? Bailo acá, en esa academia, clásico. Por eso me seguiste?”, me dijo, sonriendo. Yo creía que no me iba a hablar, pero al ver que me daba bola pensé que era algo putita y seguí: “Querés que tomemos un café? Sos hermosa! Me gustaría conocerte más! Cómo te llamás?” -“Soy Belén! Bueno, acepto, no tengo nada que hacer, ya bailé tres horas y me vendría bien un café!” Fuimos al bar más cercano y empezamos a hablar y me miró como tratando de pensar qué buscaba yo de ella. “Te gustan las bailarinas clásicas? Por qué?”, preguntó. -“Son muy sexys con esos tutús recortitos, sus piernitas musculudas y generalmente ...
    ... sin tetas”, le contesté tirándome el intento de que ese piropo tan puto le gustara. Belén se rió, con lo que me hizo saber que no tenía vergüenza y estaba dispuesta a hablar como una pendeja putita. -“Sí, nosotras somos muy eróticas para casi todos los hombres! Para vos también?”, preguntó con un mohín de malicia, y con eso abrió el diálogo a cosas más sexys. “Y de mí, qué te gustó?”, preguntó, dándome lugar a hablar de otras cosas. -“Y, lo primero fue tu cuerpito… y también tus patitas en esas sandalias tan eróticas! Adoro las patitas bonitas como las tuyas!”, le contesté, jugándome a fondo. Y Belén no lo tomó mal. Al contrario, poniendo cara de atrevida, me dijo: “Sí, mis patitas, como vos las llamás, son mi fetiche! Acá tengo una foto mía a los 11 años, cuando ya hacía 6 años que bailaba. Te gusto ahí?” Miré la foto, era una pendejita de unos 10 u 11 añitos, musculudita pero delgadita y preciosa, con un tutú negro y el pelo en cola de caballo, y se lo dije. Tenía las piernas con cintas rojas casi hasta la ingle. -“Sos divina desde pendejita! Te quedan bien esos adornitos! Dónde bailás? -“En una academia, pero también bailo en privados, me contratan para eso”. -“Cómo es eso? Que te contratan? Yo creía que solamente ustedes bailan en teatros como el Colón!” Belén se rio, y por un momento pareció que no iba a contestar, pero en seguida me miró a los ojos como estudiándome, y dijo: “No son los únicos lugares donde yo bailo… a veces voy a otros lugares no tan… serios!” -“A ver, ...
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