1. Mi bailarina con pija


    Fecha: 14/06/2020, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... explícame”, repliqué. Ahora Belén se puso seria, le cambió la cara, que la hizo parecer como más grande y no tan pendejita como se mostraba al principio, y dijo: “A vos yo te gusté porque soy sexy, no? Y me miraste las piernas y el cuerpo… te gustaría verme más?” La respuesta me dejó sin palabras. O Belén estaba bromeando, o se estaba ofreciendo? Me decidí a largarle lo que yo buscaba: “Y entonces… bailarías para mí, sola para mí? Dónde?” Ahora la pendejita dudó un instante antes de responderme. Pero siempre mirándome a los ojos, me largó: “En tu casa, puede ser… o dónde querrías? A veces voy a un hotel…” Yo había deseado y esperado poder cojerme a esa bailarinita, pero ella me lo facilitó. Se me estaba ofreciendo! Y le pregunté: “Donde querás… sola para mí? Y para eso qué me pedís que haga… o que te dé?” Belén se rió de nuevo, pero con cara de pícara, entornó los ojitos y contestó: “Y a vos qué te parece? Cuánto valgo? Te aviso que soy cara!” -“Valés mucho, sos divina y me gustaría verte bailar… cómo lo harías? En tutú o…. ?” -“Cómo querés? Decime vos!” Me jugué a fondo: “Te quiero ver entera… toda desnudita, bailando tensando tus piernitas, retorciendo tus patitas… adoro las patitas!” -“Puede ser… me das algo y lo hago!” -“Cuánto?”” -“Por 1000 me tenés un par de horas… te parece? La danza me encanta, pero no me da de comer!” -“Y en ese tiempo, qué me hacés? O me dejás hacerte? Solamente bailás, te desnudás toda… o algo más?” -“Vamos a hablar claro, te parece? Por 2000 me ...
    ... tenés completita para vos… Porque vos querés cojerme, no? Te lo vi en la cara apenas me hablaste!” -“Ok, la verdad que sí, cuándo podés? Me muero por verte toda! Y cojerte!” -“Ja, ya sabía que ibas a querer eso! Bueno, podemos ir ahora a un hotel o a mi departamento, te parece? Voy siempre al mismo hotel, acá cerca, pero podemos ir a mi casa, me pagás y me tenés!” -“Diosita, sííí! Vamos ya!”, le dije, con la pija a punto de romper el pantalón. Belén se sonrió, y le vi la expresión de perversita que desde entonces pone cuando está conmigo. Me agarró de la mano, y dijo: “Soy tu noviecita ahora, poné cara de enamorado, me gusta así. Vamos a mi depto, que tengo ganas de meterme con vos ahí en el jacuzzi! Estoy sudada por la danza!” Belén vivía en un departamento muy bien decorado, con luces y con papeles japoneses. Puso un disco y nos pusimos a bailar, todavía sin desnudarnos, sentí sus duros muslos apretándose contra los míos, y al tomarla por la cadera pensé ser un afortunado de tener a esa bailarinita divina. Me la iba a coger hasta destruirla. Yo no me aguantaba las ganas de tenerla desnudita y ver todo su cuerpito blanco y musculudo por la danza. Sabía que tenía unas tetitotas diminutas, con pezoncitos puntudos, porque se le marcaban bajo la blusa sin corpiño, y eso me excitaba más aún, que tuviera ese cuerpito de pendeja, parecía como de apenas unos 12 o 13 añitos. Apretándola, nos sentamos y tomamos unas cervezas, charlamos de ella y de la danza, y al acabar la bebida nos ...
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