Se equivocó de timbre
Fecha: 17/06/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... no me contesta abajo, ¿no sabes si ha salido?
— Yo estoy aquí desde anoche, he venido a acomodar cosas, quizá he hecho más ruido yo que los demás, no he oído nada ni nadie me ha pasado un aviso.
— Le llamo al teléfono y no me responde, me dijo que seguro que estaría en casa..., tengo esto para darle y no sé cómo entregárselo, pues lo necesita justo mañana...
Le noté muy preocupado y azorado por si no lo encontraba y tuve que plasmarle una invitación.
— No sabría que decirte, pero, mira, disculpa, si quieres pasas aquí y esperas, yo tengo como una hora más antes de marcharme...
Abro la puerta y veo que abre los ojos, entonces es cuando me doy cuenta que estoy desnudo...
— Disculpa, mira, no me di cuenta que estaba desnudo, es cosa de costumbre, pero si quieres entra y si no te parece lo dejas, yo no muerdo, pero...
— No, no hay problema, también me gusta desnudarme en mi casa de vez en cuando, pero estoy en un handicap ahora con el señor Iniesta porque necesita urgente esto mañana y...
— ¿Cómo es que has entrado al portal?
Salían unos niños y les he dicho que iba a la casa del Señor Iniesta...
— Ah, bueno, acomódate aquí mientras acabo mi trabajo, me queda como una hora para revisar todo y marcharme, ponte cómodo y si te sobra la camisa te la quitas, ¿te llamas?
— Ernesto, Ernesto Llaurí, soy pasante del señor Iniesta, necesita estos documentos para la vista de mañana, estoy contrariado.
— Ven, ven y tómate un refresco o una cerveza, que ya ...
... son casi las horas de tomar el aperitivo...
— Gracias por dejarme pasar, es extraño hoy esto, ¿no te da miedo que yo fuera un ladrón o cualquier malhechor?
— Hace tres años que no vivo aquí; aquí no encontraría un ladrón ni monedas de 10 céntimos, mira, mira...
Pasamos a la cocina, saqué dos cervezas del frigorífico, le di una y se puso a reír. Lo miro sorprendido y me dice:
— Ahora entiendo, tu frigorífico es una cosa con la pared, está empotrado, lo mismo la cocina, pero te queda el televisor, ¿no?
— Sí, pero está igual, es difícil robar cosas que se han montado aquí dentro porque no hubieran pasado por la puerta, ingenios de mi padre...
Le estaba creciendo el bulto de la entrepierna y veo que se acomoda su paquete con disimulo.
— Si te encuentras más cómodo, sin ningún problema te desnudas y dejas tus cosas ahí mismo, —dije.
— Es que verte así, con lo bueno que estás me ha entrado la calentura.
— Eso tiene remedio... —dije sin dar importancia.
— Eres gay, ¿verdad? —me pregunta
— En efecto —respondí.
— Yo también; disculpa, pero sí, me voy a poner cómodo.
Se desnudó, tenía buena polla, larga, no tanto como la mía, pero gruesa más que la mía. Pero, Ernesto o trabajaba mucho o iba a gym porque no tenía grasas corporales. El vientre era plano no tenía marcados los cuadros como el mío, pero su culo era bueno, redondo; nos parecíamos en muchas cosas. La polla, al sacarse su ropa, comenzó a marcar su slip como una tienda de campaña y cuando ...