Se equivocó de timbre
Fecha: 17/06/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... se lo quitó, se puso parada en paralelo a su cuerpo. Recogí su cerveza, se la di y nos besamos. Me lo llevé a una de las habitaciones y nos revolcamos en la cama buscando a ver quien quedaba encima del otro, pues parecía que ambos queríamos ser penetrados, pero como lo vi con tan pronunciada erección, abrí el cajón del velador y saqué un preservativo, que mordí para romper el envoltorio y se lo ensarté desplegándolo con mi boca. Saqué también un pomo de lubricante y me puse con toda la mano. Ernesto comenzó a penetrarme un dedo y dos y tres lentamente, me hacía feliz y vio que mi culo aguantaba, se puso en la cama boca arriba y me invitó a sentarme sobre su polla mirándolo. No lo dudé. Bajé mi culo en línea recta y su polla, que estaba ya muy dura, entró de una sola vez y me quedé quieto ahí para sentirlo todo. Luego comencé primero con unos círculos con la polla dentro para que se acomodara todo perfectamente y a continuación a bailar sobre esa polla gorda, mientras lo hacía mi polla decía siempre que sí, que le gustaba, iba desde mi vientre, tocando mi ombligo y el de Ernesto. Ernesto tenía ganas y se corrió pronto y sin avisar, pero yo notaba los espasmos. Esto me hizo endurecerme bien y tampoco pude aguantar más, me caí sobre la cara de Ernesto y lo besé, le di lengua y correspondió, degusté su saliva, sus sabores internos y me corrí entre los dos abdómenes. Nos quedamos quietos saboreándonos hasta tranquilizarnos.
— Ahora quiero que me folles tú, ¿podrás?, —dijo ...
... Ernesto sonriendo.
— Vamos a ver qué has hecho y ya te diré si puedo, —respondí.
Levanté mi culo y saqué su polla; le saqué con cuidado el condón, lleno de semen; metí el dedo, probé y me gustó. Me lo metí frente a la boca para que saliera a mi boca y Ernesto me atrapó, me besó y me robó de mi boca su propio semen o parte de él porque yo aún saboreaba algo. El beso fue fenomenal.
La segunda parte fue similar, pero me tocó hacerle disfrutar como él lo había conseguido conmigo, solo que se me puso en 4 y esa postura me gusta poco y lo atornillé hasta obtener la postura del misionero donde yo penetraba mejor y más, ahí sí, ahí él deliraba con sus gritos.
Me costó acabar en su culo, pero la follada me salió magistral. Jamás había escuchado tantos gemidos y gritos, pero cuando yo quería parar para que no le doliera, él decía:
— Sigue, sigue, maricón, no seas hijoputa, sigue.
— Soy hijoputa y maricón, pero también un cabrón.
Y le daba más duro. El insultaba para desahogarse, porque me consta que le dolía ya que yo lo penetraba profundo en cada embestida y a lo muy bruto, pero sus insultos eran mi estímulo. Cuando acabé, lo desatornillé y sin sacar mi polla de su culo, lo besé, entonces me echó toda su leche en la cara. Comenzó a lamerla y yo lo besaba para degustar su lefa.
Una vez calmados, salí de él y me saqué el condón, cuando se dio cuenta que me lo iba a beber me lo sacó de mis manos y, aunque ya parecía que estaba en estado semi sólido, se lo tragó a la ...