Prisionera múltiple (Episodio 1)
Fecha: 18/06/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Sindrome33, Fuente: SexoSinTabues
... fíjamente Ángeles - cuando hay visitas y según cómo quieran los guardas, nos hacen inspecciones para comprobar que los visitantes no nos pasen nada, ningún objeto sospechoso, ya sabes. - Oh. entiendo - le respondió el atónito Luis y esbozó una estúpida sonrisa al guarda que esperaba impaciente a Ángeles. Cuando ella se puso de pie el guarda la agarró del brazo y ambos se dirigieron a la puerta doble de donde había salido hacía apenas 10 minutos. - Enseguida vengo, no te preocupes mi amorcito - le susurró ella mirando hacia atrás pero caminando hacia adelante con paso firme y ligero, arrastrada por el ímpetu del guarda. Las puertas se cerraron y ambos desaparecieron tras ellas. Luis observó entonces el café que ella había dejado a medio beber en la mesa. Suspiró y perdió la vista en los carteles de seguridad que decoraban el salón. ------------------------------------------------------------------- - ¡Deprisa, vamos a la habitación 3! - le ordenó Ramiro a Ángeles. - ¿La 3? ¿Qué ocurre con la 5? - le preguntó extrañada al guarda. - La tiene ocupada Nely. Ya sabes cómo se las gasta cuando viene el amante. - le confesó sorprendentemente confidente el guarda a la prisionera. - Podrías soltarme un poco, ¿no? - le espetó Ángeles a su portador - no te voy a pegar ni me voy a escapar. ¡que no muerdo! - le gritó cambiando el semblante a una pícara sonrisa de confianza - por lo menos no todavía. - Mira que te gusta tontear. - le soltó Ramiro, mientras aflojaba la fuerza en el brazo ...
... de Ángeles - ¡Entra! - le señaló la puerta gris cuyo número 3 lucía pintado en la zona alta del quicio. - A sus órdenes, mi capitán - bromeó ella mientras abría la puerta y observaba el interior de aquella oscura y pequeña habitación. Se trataba de un habitáculo de apenas 4 x 5 metros con una estantería, una mesa de escritorio, varias sillas, una mesita y un camastro con las sábanas perfectamente dobladas. Las paredes eran blancas, pero se habían oscurecido con el paso del tiempo y recibían la luz que iluminaba la habitación por una diminuta ventana que albergaba en la zona alta, casi tocando el techo, una ventana alargada que hacía las veces de respiradero. A lado y lado de la habitación se podían ver posters de campañas preventivas contra las drogas, contra los hurtos y contra el tabaquismo. Carteles que se habían ido acumulando por el paso de los años en aquella triste habitación. - ¿Quieres saber si tengo algún objeto sospechoso? - le dijo de repente Ángeles a Ramiro, sentándose rápidamente en el camastro. - ¿Objeto sospechoso? ¿Más sospechoso que este? Le preguntó el guarda Ramiro mientras cerraba la puerta con llave desde dentro. Se giró y de repente la prisionera Ángeles observó como el guarda se había sacado su enorme pene mulato de un intenso color café a través de la cremallera de los pantalones y colgaba ligeramente mirando hacia abajo. Ya en aquella posición se presentaba ostentoso y gordo, con un diámetro superior a lo normal y una longitud de no menos de 20 ...