1. Prisionera múltiple (Episodio 1)


    Fecha: 18/06/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Sindrome33, Fuente: SexoSinTabues

    ... Pues sí - se secó las últimas lágrimas residuales del rostro - estoy leyendo muchísimo, me dejan tomar un libro diferente cada día y estoy descubriendo muchísimos autores. Algo bueno tendrá estar encerrada en esta inmunda pocilga. - Shhh. tranquila mi peque, ya queda mucho menos. ¿Te apetece un café? - le preguntó Luis - Te lo preparo yo mi amor, déjame que por lo menos te prepare un cafetito, como en los viejos tiempos - le guiñó el ojo la chica y sonrió de la manera más dulce que Luis recordaba. Se levantó y se dirigió a la mesa donde el termo aguardaba listo para servir café. El guarda que vigilaba la mesa del café observó sin perder ni un detalle el paseo de Ángeles a aquella parte, sin mediar palabra, pero también sin pestañear. En aquél momento Luis no supo si el subconsciente o los meses de soledad le jugaron una mala pasada, pero lo cierto es que mientras Ángeles preparaba metódicamente el café, a tan solo una decena de metros de él, se inclinaba sospechosamente, dejando ver claramente a través de la dura tela de su indumentaria el redondo y respingón trasero que tenía y que aquél mono de presidiaria permitía intuir. Lo movía con sensualidad en cada gesto y, en uno de esos vaivenes, Ángeles se giró y le preguntó cuánto azúcar quería. - Tres cucharaditas, mi peque - respondió Luis, gesticulando con tres dedos al aire. - Está bien mi amor - y le volvió a guiñar el ojo en una actitud que Luis recibió como más que provocativa. Estaba claro que Ángeles, su mujercita, ...
    ... estaba sedienta de amor, de cariño, de compañía. pero también de sexo. Lo pensó fugazmente, pero al fin y al cabo pasó por su cabeza como si de un rayo de electricidad se tratara. Regresó a la mesa poco después, con un paso más desasosegado y tranquilo. También se había preparado un café para ella. - No nos permiten consumir esto ahí dentro, ¿sabes? - le miró apenada - así que aprovecho cuando venís a visitarme para beberme alguno que otro. - Ya imagino mi peque. prepararé cientos de ellos cuando salgas, te lo prometo - le dijo acariciando levemente la mano de ella que sostenía el vasito de papel repleto de negro café. Durante 10 minutos charlaron café en mano sobre mil y un temas. Qué tal le iba el trabajo a él, cuál era la rutina de ella, qué nuevas tenía el abogado que habían contratado para reducir aquellos 8 meses de condena, qué tal estaba la familia, qué tal le iba a él viviendo solo en el piso. Y cuando ambos parecían disfrutar de su propia burbuja de intimidad en medio de aquél salón repleto de otras parejas, algo interrumpió la calma: - Tú, ¡359B! - gritó el guardia Ramiro de repente. Ángeles se giró inmediatamente pues sabía que ese era su código de presidiaria. El guarda Ramiro se acercó rápidamente a la mesa donde estaba la, hasta el momento, feliz pareja. - Inspección. Ya sabes el procedimiento - dejó ir conforme se acercaba a la mesa. - ¿Inspección? - preguntó extrañado Luis al guarda - ¿Qué inspección? ¿Qué narices? - Tranquilo, mi amor - le dijo mirándolo ...
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