1. 49.4 Amantes confiados


    Fecha: 24/06/2020, Categorías: Transexuales Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaban para ayudar, el único que velaba en la casa era el guarda de seguridad en su cabina, llevamos a Borja a su habitación y le metimos en la cama, estaba más mareado que Gonzalo y temía que pudieran despertar a los abuelos con el ruido que hacían los dos.
    
    A Gonzalo le metí debajo de la ducha en una larga sesión de agua fría y después de secarle le tumbé en la cama bien arropadito como si fuera mi niño.
    
    Me duché a mi vez y fui a mi habitación, estuve trabajando hasta las dos de la mañana, tenía cantidad de mails en el correo que no podía contestar, y también rellenar algunos documentos que me habían enviado los asesores de hacienda. Solamente cumplimenté lo último que era más urgente.
    
    Cuando volví para meterme en la cama, Gonzalo estaba despierto, o con los ojos abiertos y me rodeó en un fuerte abrazo de oso. Me coloqué de espaldas a él y los pelos de su pecho y pubis me hacían cosquillas en mi espalda y mi trasero.
    
    Me había quedado un poco frío llevando solamente el pantalón corto y fino de dormir mientras trabajaba, me empujé hacia atrás para percibir mejor su calor frotándome contra él y riendo satisfecho.
    
    Comenzó a hacerme cosquillas, que primero eran caricias a las que mi cuerpo reaccionaba con pequeños estremecimientos, me resistí queriéndome retirar y me sujetó más fuerte para que no me moviera.
    
    Estaba desesperado sin parar de reír.
    
    -Por favor papi, para ya, me duele todo el cuerpo, -gritaba mientras reía.
    
    -Me has llamado papi y no soy tan ...
    ... viejo, tú sí que eres un pequeñajo, dejo de hacerte cosquillas a cambio de que me des algo.
    
    -Sí, sí, por favor Gonzalo, te daré un beso, pero para ya. –me dio la vuelta para tenerme de frente.
    
    -¿Solo un beso con lo que te voy a extrañar? Marchas mañana otra vez. Necesito más de un millón de besos. –hizo una mueca de tristeza.
    
    -No te pongas triste, solo son cinco días y un millón toca a doscientos mil al día, como si te besara más de una vez al segundo. –me abracé a él y me cobijé en su pecho como un animalito indefenso.
    
    Comenzó a acariciar muy suave mi espalda, quería estar así con él, sentirle muy pegado a mí, notar la tibieza de su cuerpo transmitiendo al mío más frío su calor. Sin darme cuenta me estaba excitando y él también, con nuestros penes aprisionados entre nuestros vientres.
    
    Los dos teníamos una enorme erección y empecé a acariciarle a mi vez llevado por mi deseo y el amor que me embargaba. Mi mano se aferraba a su polla cogiéndola muy fuerte, con unas ganas tremendas de tenerla y notar su tersura y calor.
    
    Con toda la ternura del mundo cogió mi cara y me separó para mirarme, me dio un beso eterno en la boca y me fui deslizando de él besando su pecho y su abdomen hasta llegar a su polla, la aplasté con mi cara y la tenía muy pegada a mi mejilla y a veces la besaba y pasaba la lengua con gula, lamiéndola desde la punta hasta los testículos, luego la comía con apetito voraz, con mucha energía y ganas tremendas.
    
    Mis labios se movían arriba y debajo ...
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