Ardientes Musas que me inspiran.
Fecha: 04/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... si tu lo permites”.
Así continuamos acariciándonos, le quité las bragas e intenté penetrarla nuevamente. Acerqué mi glande en la entrada de su vaginita y empecé a empujar suavemente con movimientos de mete y saca cortos buscando más y más profundidad. Comenzaba a ceder un poco su apretado coño. Finalmente me pedía que no la penetrara, que le daba miedo… ¡¡Aun no estaba preparada!! Así que me quedé con las ganas de nuevo y con un dolor de huevos mayor, si era posible, que la noche anterior. La siguiente noche nos acostábamos de igual manera, sin embargo mientras yo le prodigaba las mejores caricias para darle placer ella me hizo una paja acabando ambos con sendos orgasmos y perdidos de leche. Ese fin de semana nos fuimos a un pantano donde mucha gente va a merendar y bañarse pasando un día de campo en familia, cerca hay un bosque con grandes árboles, era un día soleado y había poca gente. Allí permanecimos toda una tarde jugando en el agua. Cada vez que podía me acercaba detrás de ella y le tocaba el culo, en una de esas, la tuve por un buen momento y aproveché para poner mi mano dentro de sus bikini e introducir un dedo en su conejito, se giró con una sonrisa de complacencia. Continué y conseguí introducir dos dedos hasta el fondo. Ella sorprendida me dijo que le había gustado, pero tuviera cuidado con la gente alrededor que podían vernos.
Ya en casa, nos sentamos a ver la tele muy juntos, prácticamente ella encima de mí, mis padres no estaban en casa como de ...
... costumbre…, empezamos a besarnos abiertamente, continuaron las caricias y pronto estábamos casi desnudos en la sala. Cogí nuestra ropa, tomé su mano y nos dirigimos a mi cuarto, entramos y cerré la puerta con llave. Ella me tendió en la cama y luego se subió encima de mí completamente desnuda. Lo del pantano había surgido efecto y tenía a mi hermana cachonda perdida con ganas de macho… se le notaba en tomar la iniciativa. Me dio un beso profundo quitándome el bóxer y sin dilación agarró mi polla que estaba a mil, sobando también mis huevos. Me hubiera gustado una mamada antes de empezar a follar, lo perdoné, pues no esperó a colocar mi glande en la entrada de su coñito y empezó penetrárselo en su cerrada vaginita poco a poco expandiendo sus labios. Desde mi posición veía como se calaba el cipote cada vez más y la emoción me embargaba al ver que íbamos a follar y sin condón, completamente a pelo.
Sentí como la punta de mi verga pugnaba por entrar en aquella tibia galería, que de tan apretada aún se resistía a que la desvirgara. Yo acariciaba sus tetas, su rostro y entonces la tomé de la cintura y presioné hacia abajo al mismo tiempo que levantaba mi cintura para poder penetrarla completamente y lo conseguí, noté cómomi verga entró abriendo esa gruta estrecha rompiendo el himen por fin, me sentí en el cielo, me detuve, ella dio un suave grito diciendo emocionada…
-“¡Nene ya está…ya está!”.
Quedamos quietos un momento, luego comencé el ritmo de mete y saca muy despacio, sentí que ...