1. Ardientes Musas que me inspiran.


    Fecha: 04/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus tres hijos, mi madre sin su marido y yo… más tarde se incorporaría mi hijo, y todo con la idea de descansar, jugar y tomarnos todo el sol que la naturaleza fuese capaz de darnos… Ya no practicábamos el nudismo como antaño, aquel no era un camping de ese estilo. Una tarde tras llegar de la playa, mi madre se llevó las niños a los juegos del camping, mientras mi hermana fue al baño a ducharse y yo preparaba el fuego de la barbacoa. Estaba entretenido observando como el fuego comenzaba a prender los carbones cuando de reojo observé a mi hermana envuelta en una toalla regresar recién duchada. ¡La Puta Madre que la parió… qué bonita toda mojada y envuelta en un suave fular estampado! Me hizo recordar cuando descubrí el sexo, el goce que me dio poder pillarla desnuda mientras se bañaba o se desvestía en su cuarto. Esa cara hermosa de ojos azules, ese cuerpo escultural que daba ganas de meterle mano, pero me aguanté porque mi hermana ya estaba bien casada, y significaba algo prohibido para mí.
    
    De pronto escuché un grito desgarrador pidiendo socorro justamente desde donde estaba mi hermana. Corrí hacia allí, abrí la puerta y observé en el piso una enorme araña de patas gruesas y peludas que miraba a mi hermana amenazante como si la fuera a atacar, mientras ella gritaba aterrada de miedo. Sin pensarlo la pisé con el pié tratando de aplastarla. Restregué el pie por el piso para reventarla y cuando creí que le había causado daño suficiente me descalcé el pié derecho para ...
    ... darle unos cuantos chancletazos y finalmente tirarla hecha un ovillo. Mi hermana agradecida se me abalanzó encima y me abrazó. Fue en ese momento que tomé conciencia de su cuerpo completamente desnudo y abrazándome con desesperación, amor y agradecimiento al sentirse segura… Quedamos un rato en esa posición. Yo no quería moverme, ni pestañear para perpetuar ese abrazo que me gustaba con todo el alma. En segundos mi piel empezó a recibir el calor de su cuerpo. Recién bañada y perfumada, mi hermana desnuda era un jamón ibérico cinco jotas.
    
    Para colmo, sin darse cuenta por el susto en agradecimiento, comenzó a darme besitos en el cuello, a lo cual yo reaccioné teniendo una erección. Sabía que debía soltarme y calmarla de otra manera, hacer que se cubriera su cuerpo, pero no podía cumplir mi deber de hermano porque me enloquecía tenerla abrazándome y besándome y además sentía la insoportable excitación que produce el gusto de lo prohibido como antaño. Después de un rato en que nuestros cuerpos fueron hirviendo de calentura, ella tomo conciencia de la situación intentando separarse sin convencimiento… la agarré y la atraje hacia mí con mayor fuerza y la besé en la boca. ¡Era como beber un néctar de los dioses! Ambos nos calentamos más y más, argumentando que éramos hermanos lo hizo más irresistible… la polla se me puso más dura.
    
    -“Alguien puede entrar” atino a decir.
    
    -“Eso aumenta mi deseo”, le contesté.“además, este es un regalo de dios o del destino que no puedo rechaza. ...
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