1. Rosy: busco a nuevos machos


    Fecha: 02/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Jajajaja, no pues eso sí. Pero no le digas a nadie, si no qué van a pensar. – No te preocupes, Teté. Si quieres me voy antes y te veo en los comercios de la esquina. – Bueno. Qué lindo muchas gracias. Así le hicimos. Nos encontramos en unos locales comerciales que hay entre el gym y mi casa. Estaba nerviosa pero excitada a la vez. Estaba a punto de serle infiel a mi marido por primera vez. ¿Y si alguien nos veía entrar a mi departamento? ¿Y si Lalo no se aventaba a hacer el primer movimiento, lo haría yo? Hubo cierto coqueteo, pero él sabía que yo era casada y fui cortante al principio. Estaba a punto de averiguarlo. Mientras caminábamos a mi casa movía las caderas un poco más de la cuenta. Hice lo mismo al subir las escaleras de mi edificio, subí delante de él y exageraba un poco el vaivén para motivarlo un poco. Sentía su mirada clavada en mis nalgas; eso me excitó delicioso, sentía mi corazón saltar del pecho. Me sentía como una adolescente a punto de fajar por primera vez. Entramos al departamento, dejé mi pequeña mochila en la sala, fui a la cocina para sacar algo de beber del refri, me incliné para otorgarle una buena vista de mis nalgas y mientras bebía un poco de gatorade, Lalo llegó por detrás me acarició los hombros masajeándolos y bajó sus manos por mi torso hasta la cadera. No, ¿qué haces, Lalo? Estás riquísima, Rosy –me agarraba con fuerza la cadera, pasó sus dedos pulgares por mis nalgas y los demás por el frente cerca de donde comenzaba mi tanga. Yo estaba ...
    ... ardiendo. No, Lalo, no sigas. ¡Qué nalgas tienes! Desde que llegaste te me has antojado, Rosy . Lalo, estoy casada. Mira mejor le paramos –en ese momento me embarró su bulto en las nalgas; era enorme y estaba durísimo; me moría por saborearlo, por sentirlo adentro- Mm. ¿Te gusta lo que sientes? Pero si venías a arreglar la bañera…no sigas, por favor –sonrió. ¿Qué chingaos voy a saber de plomería, Rosy ? Además seguro que no tiene nada tu regadera, tú lo que quieres es una buena cogida. Igual que las otras viejas del gym. Si nada más a eso van, a ligarse un güey para que se las coja mientras su maridito está chambeando –estaba calientísima. No, Lalo…por favor no sigas –él seguía masajeándome las nalgas, las tetas y embarrando su palo en mis nalgas. Entonces mientras una de sus manos estaba en mis tetas, la otra bajó hasta mi entrepierna. Estás empapada, Rosy , quieres verga, ¿verdad? No, Lalo…mm…por favor, no quiero ser infiel…no, por…favor…-metió su mano debajo de blusa deportiva y empezó a pellizcarme los pezones, mientras hacía movimientos hacia arriba y hacia abajo con su cadera, tallándome su palo en las nalgas. Ssshhhh…déjate llevar, chiquita, nos vamos a divertir. Deja que tu maridito trabaje mientras nosotros cogemos –me masturbaba encima de las lycras y me excitaba cada vez más; fue delicioso. Me susurraba al oído y me lamía el cuello, lo mordisqueaba, también las orejas, finalmente me besó. El frío del refrigerador y el calor que sentía en el cuerpo era delicioso. En la ...
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