Echarse un fría (pero no cerveza)
Fecha: 09/07/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues
... destapó el chocolate. Se lo metió en su sonriente boca y dio dos bocados. Parecía muy satisfecha, contenta y felizmente sorprendida. Masticaba elegantemente sin perder la sonrisa ni el asombro. Bueno, hasta que me vio. Su encantadora expresión se desvaneció y se transfiguró en algo muy opuesto. Al principio, fue miedo. Pero fue un segundo, máximo. Para el siguiente, me había identificado y cambió el miedo por ira y odio abrasador. - ¿Y USTED QUE HACE AHÍ? Capítulo 5 Cindy estaba muy convencida de su superioridad. Me hizo sentir que si fuera yo un desconocido con pasamontañas y un cuchillo en la mano, me habría tenido respeto y hubiera conservado el miedo, en vez de perderlo por saber que se trataba de mí. Se puso de pie y caminó hacia mí, gritándome groserías “de clase alta” que lo hacen a uno sentir todavía peor. Salí a la luz y me preparé para todo. Ojalá la ejecutiva se hubiera descompuesto y me hubiera sacado un ojo con la uñas, eso hubiera hecho las cosas más llevaderas para mí. Pero en vez de eso, dijo claramente que me metería a la cárcel por abusivo, por pervertido… quizá se figuró que yo esperaba que se desvistiera. Entonces agregó lo que era típico en ella. - “la clase de personas como usted, no pueden aspirar más que vigilantes, aseadoras y mecánicos, y si no; criminales”. Cuando estuvo a un paso de mí, dejó de hablar. Evidentemente sintió algún dolor, como una punzada. Me miró fijamente pero ya no tenía fuerzas ni para odiar. Había tenido el entrecejo fruncido ...
... pero la tensión se le estaba desplazando hacia la parte inferior de los ojos. Su expresión estaba cambiando al terror. Le cedieron las rodillas. Las extremidades le temblaron como si fuera una muñequita de trapo sacudida por una niña que juega bruscamente. Luego tosió una vez, como si con muy pocas fuerzas intentara expulsar algo, pero era demasiado tarde para reaccionar. Hasta los ojos se le habían descentrado y habían pasado de odiarme, a suplicarme, y finalmente a no enfocar nada. Las rodillas le cedieron más y tuve que agarrarla. Vaya manera de tenerla finalmente en mis brazos. Seguía haciendo movimientos que intentaban desesperadamente ser tos, pero no daban ni la primera cuota. Cayó. Convulsionó por unos treinta segundo más, hasta llegar a un siniestro clímax de agonía destacado por un estertor sonoro y aterrador. Exhaló con fuerza hasta la última gota de aire que tenía dentro, haciendo vibrar la lengua hasta quedar vacía y atragantarse con ella. Recogió el cuerpo entero, y después de unos segundos más, se quedó completamente quieta. El único movimiento que había era una ligera espumilla que le salía de la boca. Cindy Carrión acababa de morir envenenada. No creo que, de todas las personas que han existido en el planeta en todas las épocas, muchas puedan decir que han visto caer muertas a sus pies a las personas que más los habían humillado, en el momento pleno de una de las humillaciones. Los pensamientos me volaron. Actividad de la empresa cuya fortuna disputaba la ...